sábado, abril 29, 2006

En busca del cómic perdido

Ya hace tres semanas que fui a ver al cine V de Vendetta.
Tranquilos, que a continuación no van a leer una crítica a dicha peli, que supongo que a estas alturas ya sería indigesto leer la enésima crítica u opinión de la susodicha. No soy tan cruel para martirizarles con la mía.

Lo que quería comentar es otra cosa. Como decía fui a ver V de Vendetta y la verdad que hacía bastante tiempo que no leía la obra de Moore y Lloyd por lo que al llegar a casa fui directo a echarla un vistacillo y poder comparar ciertos puntos que tenía en mi memoria brumosos respecto a la película.
Pero hete aquí que cuando llego a la estantería donde se supone que tengo guardado el tomo no lo encuentro. Como son las tres y pico de la madrugada no me molesto mucho más y me voy a la cama, ya lo buscarás mañana por la mañana pensé para mi mismo. Pero al día siguiente tras mirar por varías estanterías en donde podría estar tampoco aparece por ningún lado. Que raro pienso para mi, tendría que estar en casa porque estoy seguro de que no se lo he dejado a nadie.
Como no tenía mucho tiempo para ponerme a revolverlo todo y buscarlo me olvido del tema y por fin ayer casualmente que iba a guardar un álbum en la primera estantería donde en un principio pensaba que estaba el V de Vendetta, al quitar una pequeña bola del mundo que tengo de decoración me lo encuentro detrás, donde tenía que haber estado siempre desde un principio.

Y la verdad es que no es la primera vez que me pasa esto, que pierdes un cómic y revuelves toda la casa de arriba abajo, por todas las habitaciones y cuando ya lo das por perdido, ¡bingo!, lo encuentras justo donde se suponía que tenía que haber estado en un principio, tras horas y horas de deslomarte la espalda moviendo kilos y kilos de papel de un lado a otro.

Yo cuando pierdo un cómic, libro o similar y luego lo encuentro justo donde tenía que haber estado al principio lo llamo cariñosamente el “factor Namor nº1” porque fue con el número 1 de esta serie la primera vez que me paso esto hace ya muchos, muchos años.
Y es que entonces la colección de comics de uno no era tan grande y más con tebeos en lomo que guardase en la estantería, por eso un día que me fije que en la misma no estaba el número 1 de Namor me pareció muy extraño. Empecé la infructuosa búsqueda y al final tras mucho mirar por todos los lados lo di por perdido, pensando que quizás se habría traspapelado con algún periódico y hubiera terminado en la basura.
No me quedó más que ir a la librería especializada y rezar porque tras varios meses desde su aparición aún quedase algún ejemplar del Namor nº1 y es que el susodicho tebeo era uno de mis favoritos por la época.

Al final hubo suerte y aún tenían un ejemplar. Respiré tranquilo, volvía a tener el ejemplar, pero al llegar a casa e ir a colocarlo en la estantería noto algo raro, el número dos de Namor sobresalía más en comparación con los otros ejemplares a su lado.
Lo saco de la estantería y me encuentro encajado en la tripa del número dos el ejemplar del Namor nº 1 que tanto había buscado. Si hubiera sido un dibujo animado en ese momento hubiera salido fuego por todos los poros de mi cuerpo tal era mi rabia tras tanto esfuerzo buscándolo y al final haberme molestado en comprarme un nuevo ejemplar. Todavía hoy día conservo los dos ejemplares como recuerdo.

Desde entonces cada vez que se me traspapela un cómic y tras mucho buscarlo no lo encuentro, me paro en seco, respiro un par de veces profundamente y me digo que ya lo encontraré cuando menos lo espere en el lugar donde debería estar.
El 95 % de las ocasiones suele ser así. El factor Namor nº1

viernes, abril 28, 2006

Recordando viejos tiempos con la Antorcha y Spiderman


Recién acabada la lectura del tomo Spiderman y Antorcha Humana publicado este mes por Panini se me ha quedado una sonrisa permanente de oreja a oreja.

Y no es de extrañar si su guionista es Dan Slott, que a lo tonto se está convirtiendo en uno de los más interesantes guionistas actuales del mercado Usa y sino échenle un vistazo a su Hulka o su GLA (siempre que Panini se digne a publicar estas series de una puñetera vez en nuestra piel de toro) y ya verán como quedan enganchados y jurando lealtad de por vida a este autor.

Y es que es una delicia leer los cinco números que recopila este tomito donde se nos representa la “amistad”, por llamarla de alguna manera, a través de los años entre Spidey y el benjamín de los 4 F, y como han evolucionado ambos personajes a traves de diferentes etapas de sus historia representadas en cada uno de los 5 números que abarca la serie limitada original. Empezando por los primeros años y terminando en la actualidad, aunque se eche de menos que se obvie la época en que la Antorcha maduró y dejó de ser un niñato inmaduro casándose con Alicia/Lyja, pero claro está, ésta es una época que casi parece que Marvel quiera obviar y enterrar interesándole más un Johnny Storm inmaduro que el adulto que por fin sienta cabeza.

Ahora bien, no se yo si los lectores novatos disfrutarán en su justa medida estos tebeos y no tachen la historia de tontorrona a más no poder, porque Slott llena sus páginas de guiños y detalles que solo los lectores de toda la vida van a ser capaces de pillar y que son la salsa de este Spiderman y Antorcha Humana. Dorrie Evans, Crystal, Gwen, el cambio de nombre de Pete Pote de Pasta, el Coffee Bean y sus habituales, Flash Thompson y su particular mili, el Spidermobil, la Gata Negra, el traje negro de Spidey, el chiste de los pastelitos de frutas, los comentarios a la época del clon, etc, etc, etc

Es increíble la capacidad de Slott de usar la continuidad de forma amena y divertida sin caer en el dato intrascendente y superfluo que no aporta nada. Todo lo contrario enriquece aún más si cabe el empaque de la historia haciendo que los lectores que leímos los tebeos de las épocas a los que remite cada número aullemos de placer y todo ello de manera que encaje correctamente, sin errores de continuidad o al menos yo no he sido capaz de encontrar alguno.

Ojalá hubiera todos los meses un tebeo como Spiderman y la Antorcha Humana, yo por lo menos necesito un tebeo así todos los meses.