miércoles, septiembre 28, 2005

Cuestión de derechos

Ojeando el número de este mes de la BM: La Cosa compruebo que al final no se ha podido incluir el número 21 usa de Marvel Two-in-One, aquel coprotagonizado por Doc Savage, dado que Marvel ya no tiene los derechos para publicar tebeos con dicho personaje al ser una licencia que ya caduco en su día.
Y es una pena porque una de las ventajas de las Bibliotecas Marvel eran su recopilación exhaustiva y cronológica de los tebeos que la conforman. Pero con cuestiones de derechos nos hemos encontrado. Por lo tanto supongo que en la futura reedición del Marvel Team-Up setentero que preparaba Panini ya no veremos tampoco el número de Giant Size Spider-man que compartía con Doc Savage.

Y si nos fijamos en muchas series Marvel de la época y de principios de los 80, a la hora de su recuperación me temo que a partir de ahora nos vamos a encontrar con el mismo problema muy a menudo. Y es que aunque en la época parecía muy acertado incluir dentro de la continuidad del universo Marvel todos las series, incluidas las series de personajes publicados con licencia, pasados los años y perdidas dichas licencias puede volverse un dolor de cabeza recuperar esos tebeos a día de hoy.

Así por ejemplo ahora que Marvel perdió los derechos sobre la obra de Robert E. Howard, tendremos problemas para ver los números de What If donde salía Conan o el número de Marvel Team-Up con Red Sonja.
Si sacan una BM de Shang Chi, habrá que saltarse todos los episodios en los que aparezcan Fu-Man-Chu y demás personajes de Sax Rohmer.
Series muy enraizadas en el universo Marvel como Rom o Micronautas son de muy difícil publicación.

Por eso me sorprende que en un par de meses, Marvel vaya a publicar un tebeo coprotagonizado por un personaje que no les pertenece, el Invincible de Robert Kirkman. Ya se que Kirkman al ser propietario del personaje y guionista del número de Marvel Team-Up donde aparecerá Invincible no tendrá ningún problema de ceder los derechos de su personaje para este número, ¿pero que ocurrirá dentro de 20 años si Marvel decide publicar una recopilación de estos episodios?. Seguramente tendrá que saltarse ese número como ha pasado con el número 21 de Marvel Two-in-One.

Será una pena si mucho de ese material por cuestión de derechos no puede volver a ver la luz, hay mucho material interesante como Master of Kung-Fu, Micronautas o John Carter Warlord of Mars que me gustaría ver reeditado en nuestras estanterías.

El único beneficio de todo esto supongo que lo sacaran los especuladores que tengan esos números originales, que se estarán frotando las manos por los precios que pueden sacar con la venta de esos comics originales, que son, ya definitivamente, “rarezas”.

domingo, septiembre 25, 2005

Jack Kirby. Rarezas de los 70 para DC Comics. 3ª parte.


Retomamos otra vez esta sección tras unos cuantos meses. En ocasiones anteriores tratamos de Atlas y Manhunter, ambas aparecidas en 1st Issue Special. Hoy toca otro número de esta serie, en concreto el sexto, en donde Kirby presento a los Dingbats of Danger Street, otra nuevo concepto a prueba para ver si tenía el éxito suficiente de continuar su andadura en una serie regular, cosa que no sucedió al final como ocurrió con los otros números que hizo Kirby para 1st Issue Special. Para los curiosos, los únicos protagonistas de los 13 números que duró 1st Issue Special que consiguieron su propia serie regular fueron Warlord y The return of the New Gods, esta última es curioso resaltar que aún siendo personajes de Kirby, este ya no se ocupó de su relanzamiento, dado que por esas fechas había abandonado DC para regresar a Marvel.

Dingbats of Danger Street (Dingbats podría traducirse al castellano como “Cabezas huecas”) esta protagonizada por un cuarteto de críos que forman una extraña banda callejera. Estos son Good Looks, el guaperas y quizás líder del grupo; Non-Fat, un tío canijo y delgaducho pese a lo que traga y el cascarrabias del grupo; Krunch, el tipo fuertote y algo tontorrón y por último Bananas, el loco pasado de rosca.


El número se puede resumir en que los Dingbats se ven enredados con un par de criminales llamados Jumping Jack y Gasser cuando se hacen con un microfilm de estos que les incriminan en el secuestro de un empresario. Non-Fat también será secuestrado siguiendo a Gasser y será la policía capitaneada por el Teniente Mullins quien ponga fin a toda la historia. Con lo que uno duda si no hubiera sido mejor llamar la serie el “Teniente Mullins y sus saltarines policías” dado lo poco que aportan los Dingbats a la resolución de la trama, aparte de las situaciones cómicas y poner en apuros a los malos de turno.
Con tan extraños personajes, tan pasados de vueltas, desde los Dingbats, a los malos que además de raros son estúpidos, no es de extrañar que Dingbats of Danger Street no tuvieran futuro alguno. Y es que al “Rey” Kirby en ocasiones se le iban las cosas de la mano y este es un claro ejemplo de esas ocasiones.

Es curioso notar que Kirby quizás sentía cierta predilección por mostrar conceptos protagonizados por críos. Si nos fijamos en su carrera nos encontramos con cosas como los Boy Commandos que eran unos niños que formaban una unidad de soldados en la II Guerra Mundial (si, lo se, un poco raro y políticamente incorrecto hoy día) o la Newsboy Legión, una pandilla de vendedores de periódicos callejeros que ayudaban al superhéroe de turno, en este caso el Guardian y que años más tarde recuperaría en la serie de Jimmy Olsen.

Los Dingbats en cierta manera beben en ciertos aspectos de los Boy Commandos y de la Newsboy Legión y uno no puede a veces preguntarse que si en la serie de los 4 Fantásticos, Kirby hubiese dado cara y nombres a los anónimos miembros de la banda de la Calle Yanci que no hacían más que volverle la vida imposible a la Cosa con sus bromas y jugarretas, estos no se hubieran parecido a los Dingbats.
Pero me temo que eso nunca lo sabremos ya.

martes, septiembre 20, 2005

A vueltas con Green Lantern/Green Arrow

Por fín. Ya me falta menos. Un par de capítulos más y habré terminado de leerme el 2º tomo de Green Lantern/Green Arrow de Denny O’Neil y Neal Adams.
Compréndame, para mi acabarlo se va a convertir en toda una proeza, si tenemos en cuenta que desde que compre los tomos en noviembre del año pasado, casi he tardado un año entero en leerlos. Y es que no podía pasar de las 4 páginas leídas cada vez que me ponía a ello.

Tiene bemoles la cosa. Uno esta ansioso por leer una obra que marco época en su día y de la que solo había podido leer un par de historias en el Clásicos DC de Zinco (curioso que Planeta haya recuperado esta nomenclatura para su edición de, valga la redundancia, clásicos DC) y cuando tras mucho tiempo esperando a que saliese en los “Yunites Estates” una edición económica al fin consigo estos tebeos, se me hagan los mismos casi, casi intragables.

Y no es porque no sepa valorar los tebeos antiguos. Todo lo contrario, cada día que pasa creo que me gustan más lo que se publicaba antaño maricastaña que muchas de las cosas que salen hoy en la actualidad (si, soy carne de Biblioteca Marvel y de la ya mencionada línea de clásicos de Planeta). Además Neal Adams me encanta como dibujante, si hubiera que poner en el diccionario una foto de un dibujante de comics de superhéroes, la de Neal Adams no sería una mala elección (y la de Jack Kirby, John Romita, Steve Ditko, etc, etc). Y otras obras del tandem O’Neal y Adams como puede ser su Batman la disfruté mucho al leerla en su día. ¿Entonces que diablos me pasa con Green Lantern/Green Arrow?.

La respuesta es ni nada más ni menos que no es lo mismo leer estos tebeos traducidos al español que leerlos en su versión original. Mi ingles no es malo, creo yo en mi humilde opinión, pero es que O´Neil utiliza una manera de hablar, un léxico, unas palabras tan setenteras y pasadas de moda que no hay dios que se entere de lo que dicen en ocasiones los personajes. Con lo cual tienes que estar constantemente parando la lectura para mirar el diccionario, pero claro, en muchas ocasiones la palabra es una jerga pasada de moda hace 20 años y en el diccionario no viene para más inri. Con lo que al final tienes que conectar el ordenador y buscar por los internetes de dios algún diccionario especializado donde encontrar al fin el significado de la palabreja de marras. Pero claro, con esto ya has perdido 10 minutos y cuando dos líneas más adelante encuentras otra palabreja y te encuentras otra vez en las mismas, ya al final coges el tebeo y lo mandas a tomar por saco o te dedicas a ojearlo directamente viendo lo bien que dibuja el condenado de Neal Adams.

Casi me dan ganas de leerme en V.O. el Batman de ambos para ver si mi adoración también se convierte en odio, porque es que vamos, cada vez que Oliver Queen se pone a hablar yo ya empiezo a temblar.
Para rematar la faena ando estos días leyendo el actual arco de Astro City, ambientado precisamente en los años 70 y me estoy encontrando con el mismo problema (no sabía yo cuantas formas hay para nombrar a una persona oriental de forma despectiva en pitinglis, oiga).

Había una canción hace unos pocos años que decía “Give me please, give me the 70’s”, en mi caso se le añade “a ser posible con un buen diccionario al lado o menos jeringozas a la hora de hablar”.

martes, septiembre 13, 2005

Ciclo vital

Como lector de comics, yo empecé, ya hace bastante años, con una serie de tebeos en concreto, Spiderman, La Masa, la revista Don Miki, el nuevo Pulgarcito, los últimos coletazos de Bruguera y reediciones de clásicos del tebeo español, como el Guerrero del Antifaz de Manuel Gago y algún clásico americano de las tiras de prensa como Mandrake o el Hombre Enmascarado y los sempiternos Tintin y Asterix por citar unos cuantos

Con los años algunas de estas lecturas se quedaron por el camino, ya fuese porque me dejaron de interesar como lector o porque desaparecieron del mercado editorial español y me dedique a otras en una evolución como lector, en un ciclo que me ha llevado de consumidor omnívoro de tebeos americanos de Marvel, hasta abrirme luego posteriormente a la editorial DC, para pasar luego a las editoriales independientes americanas, el tebeo europeo franco-belga (más allá de los ya citados Tintin y Asterix) y por fin adentrarme en el Manga japonés.

Por lo tanto, actualmente mis lecturas comiqueriles son un baturrillo de todo lo anterior mencionado, que se mezclan sin importar género, formato o nacionalidad mientras sea una lectura agradable.

Y yo me pregunto, ¿qué será lo próximo?