miércoles, marzo 30, 2005

Italia, dimensión alternativa

Que de unos años a la actualidad los tebeos en España han desaparecido prácticamente del quiosco es un hecho. Dense una vuelta, miren los escaparates de los mismos y podrán constatarlo in situ.
Uno recuerda su infancia en los años 80 donde por entonces todos los quioscos tenían al menos un escaparate dedicado a los mismos. Poco a poco el espacio se fue reduciendo hasta desaparecer prácticamente. Y es que el tebeo popular, entendido como producto bajo de precio y de consumo masivo está extinto.

Las causas son muchas y variadas, pero no voy a hablarles de esto, además hay un montón de blogs o artículos en revistas especializadas que ya han tratado el tema y de manera muy acertada por lo que no veo necesario hurgar en la herida.

Esta desaparición del tebeo popular que no solo es un hecho generalizado en España, sino en Estados Unidos (la situación del tebeo en el resto del continente americano la desconozco, sorry) o en Europa (refiriéndome siempre al caso de tebeo popular que todos sabemos que Francia y Bélgica tienen una fuerte industria comiquera, pero centrada en productos de alta factura dirigido más a librerías tanto especializadas como generalistas o grandes superficies comerciales que al quiosco en sí).
Eso sí, siempre habrá raras excepciones, caso de Japón que es como un mundo aparte a decir la verdad o más cerca el caso de Italia que es en quién voy a centrarme hoy.
Uno que esta acostumbrado a viajar por el extranjero (tampoco demasiado no se crean ustedes) tiene la costumbre como buen aficionado al cómic de fijarme en los quioscos, estaciones de servicios de carreteras o puestos de prensa y revistas en estaciones de trenes o aeropuertos para ver que tebeos puede encontrar uno en los diferentes lugares que visita. En la mayor parte de las ocasiones la respuesta va a ser ninguno, cero o nada.
Y cuando estuve en Italia hace unos años fui con la idea de encontrarme con la misma situación que ya había visto en otros sitios. Tonto de mi, porque lo que sucedió a continuación me rompió todos los esquemas.
Un amigo me había encargado que le consiguiese el número del mes de una revista italiana y aprovechando que la estación Termini de Roma esta plagada de puestos de prensa pensé que no me iba a ser muy difícil realizar el encargo. Mi sorpresa fue mayúscula al ir de puesto en puesto, todos tenían su sección de tebeos, o fumettis como los llaman ellos, bien a la vista y en buena proporción frente al resto de publicaciones. Ante mi tenía a todas las series del mes de Sergio Bonelli Editore, tebeos Marvel de Panini y cosas y editoriales que francamente desconocía.
Salí de Termini asustado y me fijé en los quioscos de la calle. También tenían su lugar reservado para los fumetti. A los pocos días parando de una estación de servicio en la autopista entre en un puesto de revistas, los fumetti volvieron a aparecer en su estantería. ¿Qué diablos estaba pasando?. ¿Acaso había caído en una dimensión paralela donde los tebeos era un producto común de fácil acceso?.
Y es que Italia no ha arrinconado el tebeo a las librerías especializadas como ha sido el caso de España, ha mantenido su tebeo popular en los quioscos al alcance del gran público y este se ha mantenido fuerte creando una importante industria propia con cifras mareantes porque que un personaje como Dylan Dog venda todos los meses un millón de ejemplares contando segundas y terceras ediciones es algo realmente increíble.
Por eso no puedo menos que envidiar a los italianos, que han sido listos y han sabido mantener un tebeo popular en los quioscos en vez de cómo en otros países que perdimos los quioscos y esto ha llevado a la casi extinción del tebeo, relegándolo a un producto para una minoría.
Desde luego si Italia al final es un mundo paralelo yo quiero vivir en él.

martes, marzo 29, 2005

La importancia de ser Yorick

Posted by Hello


Imagina que te levantas un día cualquiera para descubrir que los seres vivos del planeta con cromosoma "Y" han muerto, quedándote tú como el último hombre sobre la faz de la Tierra en un mundo solo poblado de mujeres.
No, no estoy contando el argumento de una mala película porno sino de una de las series más interesantes del panorama comiquero actual, “Y, el último hombre”.

La serie creada para la línea Vértigo de DC Comics por el guionista Brian K. Vaughan (del cual ya comente hace unas semanas su serie de “Mística”) y la dibujante Pia Guerra narra las vicisitudes que vive su protagonista Yorick Brown, cuando se encuentra que tras una inexplicable catástrofe que he referido en el primer párrafo es el último hombre de la Tierra acompañado de su mono al que llama Ampersand (qué por cierto es también “el último mono de la Tierra”).

Uno podría pensar que la serie va a girar en torno a las orgías sexuales que se va a montar su protagonista dada su “especial” posición pero nada más lejos de la verdad.
Vaughan se va a centrar en el viaje de Yorick, un chaval que nunca ha tenido grandes responsabilidades pero que ahora ha recaído sobre él la mayor de todas ellas, la prolongación de la especie humana cuando lo único que él quiere es reunirse con su prometida.

Acompañado de la misteriosa agente 355 y la Dra. Allison Mann, los tres van a realizar una particular odisea en este nuevo mundo emasculado, una nueva sociedad que tras el Apocalipsis trata de salir adelante, y de los peligros a los que se van a enfrentar Yorick y sus acompañantes en tan particular viaje representados en la forma de las “amazonas” un grupo de mujeres que entienden la desaparición de los machos como un acto divino y que consideran la presencia de Yorick como un error de Dios que han de enmendar o la coronel del ejercito israelí Alter que ve en Yorick un arma para mantener a raya a su ya inexistente enemigo .

El punto fuerte de la serie sin lugar a dudas son los excelentes diálogos de Vaughan, ingeniosos y salpicados de gotas de humor y la gran construcción que realiza tanto de Yorick como de todos los personajes con los que se va encontrando los protagonistas en su transcurrir.

La verdad que se hace difícil pensar cual será el final que tiene pensado Vaughan para la serie, pero ¿qué importa?. Como se dice no solo se disfruta llegando al final de un viaje sino deleitándote de los paisajes que se ven al hacerlo. Y los paisajes de Y, el último hombre son muy recomendables.

lunes, marzo 28, 2005

Distorsionando la realidad

Durante los últimos meses me he visto inmerso en un aprendizaje sobre la cultura japonesa ya sea literaria o cinematográfica. Y es en esta última disciplina que he descubierto el cine de Akira Kurosawa, el “emperador” del cine nipón, cuya filmografía aun no he hecho más que arañar.
Este fin de semana le llegó el turno a “Rashomon” (1950), el filme con el que se dio a conocer internacionalmente y cosecho importantes premios como el León de Oro en la Muestra de Venecia y el Oscar en 1951.
Pese a que los sucesos que ponen en movimiento a la película puedan parecer muy comunes, un asesinato y una violación, la maestría de Kurosawa está en que este suceso lo vemos a través de la perspectiva de cuatro personajes, siendo cada versión diferente de la anterior, pese a que estén contando el mismo hecho.
Y es que cada personaje no cuenta la “verdad” en si, sino la versión que más se amolda a sus intereses.
Lo que plantea Kurosawa en esta película tiene una lectura muy actual. Solo hay que leer los periódicos o encender la televisión.
La verdad tal como es, brilla por su ausencia. Solo recibimos una versión, sesgada por el interés de quién la da, de acuerdo a sus necesidades.
Y lo peor es que todos los hacemos. Preferimos dar la versión que más no interesa de las cosas antes que dar a conocer la real. Hay una palabra que define muy bien esa actitud nuestra, hipocresía.

jueves, marzo 24, 2005

De dobladores y doblaje

Dicen que España es uno de los países que tiene mejores actores de doblaje del mundo. La verdad que no puedo comparar por lo que supongo que será verdad.
Aunque si que es cierto que consiguen tal grado de identificación por parte del espectador entre un actor y la voz del doblador que ya no te lo puedes imaginar con otra diferente. Caso por ejemplo del doblador de Bruce Willis, que le da un toque tan especial al actor que cuando le oyes con su voz original ya no te hace tanta gracia.
El problema es que en ocasiones esto mata el espíritu del actor original, si tenemos en cuenta que el tono, el timbre de la voz y la forma en la que se recita es una parte muy importante del trabajo a la hora de actuar y si las características de la voz del doblador es diametralmente opuestas a las del actor al que dobla, se puede hundir y estropear una buena actuación.
Me viene a la mente el caso de Clint Eastwood. En España lo dobla casi desde siempre Constantino Romero, con su voz grave característica, la cual todo sea dicho me encanta, pero si escuchas la voz original de Eastwood te puedes llevar una sorpresa, porque es mucho más suave, no tienen nada que ver la una con la otra y te hace pensar si el tono y timbre de Constantino Romero quizás haga parecer a Eastwood más duro de lo que es en realidad

Y otro problema es que en ocasiones hay dobladores que tenemos tan identificados con algunos actores que cuando doblan a otros diferentes no hace más que retrotraernos al actor al que estamos acostumbrados que doble. Esto me ocurrió el otro día, una tarde de esas desapacibles en la que tienes la cabeza tan cargada que solo quieres desconectar un poco del mundo. Me decidí a ver una peli del montón de DVDs que tengo por ver. La seleccionada fue la edición especial de “Superman” de Richard Donner. Estoy acostumbrado al doblaje original de la película de los años 70 que me gustaba mucho, pero como la edición especial tenía metraje adicional la cinta había vuelto a ser doblada por un nuevo equipo, lo cual en cierto modo es de agradecer, porque odio esas viejas pelis que en ocasiones les cambia la voz a los actores porque parte del metraje original fue censurado en su día y los dobladores originales ya no están disponibles para doblar la parte originariamente censurada, o peor que la película pase de estar doblada al castellano a la versión original con subtítulos porque no han doblado el metraje extra como me pasó viendo la versión extendida del “Gran Azul” de Luc Besson durante casi la mitad del filme. Al principio creí que el lector de DVD se había vuelto loco pasando del audio en castellano al ingles sin ton ni son hasta que me di cuenta que la parte en ingles eran las escenas extras.
Pero estoy divagando, como decía me puse a ver la película de Superman, y llegamos a la escena del juicio en el que Marlon Brando como “Jor-El” hace su monólogo ante el Consejo. Cual es mi sorpresa al ver que la voz que le habían puesto a Brando era la del doblador de la mayor parte de las películas de Silvester Stallone. La interpretación de Brando perdió todo sentido para mi, porque no hacía mas que esperar que en cualquier momento me soltará el “¡que vienen los charlies!” o el famoso “¡no siento las piernas!”.
Y luego llega el momento de la votación cuando condenan al “General Zod” y a su cohorte. Entonces es cuando Terence Stamp interpretando a Zod, le dice a Jor-El que se una a ellos en un tono suplicante para luego al final y de forma arrogante clamar su venganza a Jor-El y toda su descendencia o al menos así lo recordaba en el doblaje original. Pero en la nueva versión el tono de Stamp es siempre el mismo, sin ningún cambio en el matiz al pasar de la súplica a la arrogancia. Todo el discurso de Zod se vuelve monótono.
En este punto paré la película, volví hacía atrás y empecé a verla de nuevo esta vez en Versión Original con subtítulos. Ya no quería llevarme más sustos descubriendo que voz le habrían puesto a Christopher Reeves o a Margot Kidder. ¿Cuántas filmes habrá cuyo doblaje les hace algo realmente doloroso de ver?.
Yo por si acaso he aumentado mi propósito de ver más películas en V.O.

martes, marzo 22, 2005

En la casa del Barón Winters

Posted by Hello


Hablaba el otro día de la Tumba de Drácula de Marv Wolfman y Gene Colan. Hoy voy a hacerlo de la que puede ser considerada como la continuación espiritual de esa serie, The Night Force.

Pero antes volvamos otra vez al pasado. Tras finalizar la serie regular “Tomb of Drácula”, que había terminado más que nada por el deseo del dibujante Gene Colan de dejar la serie, este se encuentra con que aún disfruta narrando las vivencias del vampiro. Esto facilitó la salida de “Tomb of Drácula Magazine” a manos de los mismos autores.
Por aquellos años, el puesto de editor jefe de Marvel recae en manos de Jim Shooter, que dirigirá con mano férrea el destino editorial de la compañía. Entre sus decisiones esta la de que los editores de las series no podían ser a la vez los guionistas de las mismas, papel que cumplía Wolfman en Drácula. Wolfman ve como pierde la libertad creativa que había gozado hasta ese momento. Al final tirará la toalla y abandonará la compañía por su más directa competencia, DC Comics en donde el guionista hará dos de las series que junto a “Tomb of Drácula” son las más representativas de su carrera, “New Teen Titans” y “Crisis on Infinite Earths”.
Gene Colan aguantará unos pocos años más en Marvel en diferentes series (Tomb of Drácula Magazine al final solo durará 6 números y será cerrada por falta de ventas), pero el estilo del dibujante no es del agrado de Shooter por lo cual él también se dirigirá a pastos más verdes en DC.
No es de extrañar que estando ambos autores en la misma editorial, volviesen a colaborar juntos en un género, el terror, que les había hecho ganar tantos adeptos.
Así con fecha de portada de Agosto de 1982 aparece el primer número de” Night Force”.
Desde el primer momento Marv Wolfman va a tratar de hacer algo narrativamente diferente. Va a concebir el cómic con una estructura de novela, adaptando cada número como si fuera un capítulo y obviando cualquier resumen de los números anteriores por medio de unas cuantas viñetas como era muy común en las historietas de la época. Considera cada número como parte de un todo que es el arco que está narrando. El autor en definitiva lo que hace es utilizar el sistema narrativo que tienen hoy día los comics pero más de 20 años antes de que se pusiera de moda.
Colan va a aportar su maestría en la plasmación de ambientes tétricos y tenebrosos, su buena mano a la hora de representar tanto la realidad como las pesadillas y monstruos que bien hubieran podido salir de la imaginación de Lovercraft y como no, ese excelente dominio de las luces y las sombras que tan bien le caracterizan.

En una inquietante calle de Georgetown, Washington hay una tétrica mansión que es el hogar del misterioso Barón Winters, experto en ocultismo y su animal de compañía, un jaguar al que llama Merlín. La mansión guarda un secreto y es que en cada habitación de la misma hay una puerta especial. Cada una de ellas es un portal temporal a diferentes lugares y épocas de la historia. Winters jamás sale de la mansión por la puerta principal al mundo actual, solo utiliza esos pórticos dimensionales para ir al pasado.
El Barón para enfrentarse a las diferentes amenazas en el presente usa una serie de agentes, en ocasiones sin saber estos que en realidad están trabajando para él o haciéndolo a regañadientes, a los que llama su “Night Force”.
Los miembros de esta suelen cambiar de historia en historia, según las necesidades de cada caso y también porque la mayor parte de las veces sus miembros mueren en las peligrosas misiones.
Así el primer arco argumental llamado “The Summoning” sirve para presentarnos al inquietante Barón que reúne un grupo formado por Jack Gold un periodista caído en desgracia que sobrevive trabajando para la prensa sensacionalista; Donovan Caine un profesor de la Universidad de Georgetown que investiga para el gobierno la forma de canalizar la energía que desprende el mal, ambos tienen que unir fuerzas para rescatar a Vanessa Van Helsing (sí, parece que Wolfman tiene una obsesión con este apellido) que tiene la habilidad de canalizar esa energía del mal al ser secuestrada por agentes soviéticos (estábamos en los años de la guerra fría) que la han llevado a unas instalaciones en Siberia donde se desarrollan formas de utilizar las ciencias parasicológicas como un arma.

El siguiente arco nos presentaba una casa de apartamentos en New York en apariencia normal pero que se convertía en un ominoso escenario donde se ponía a prueba la resistencia humana, ya que un día sus inquilinos descubrían que no podían salir de la casa, pero a cambio tenían todas sus necesidades materiales cubiertas, y cuando el deseo de huir del lugar se hacía insoportable morían a manos de una extraña criatura.

El tercer arco narraba como unos partidarios americanos de la política de Hitler en 1934 eran asesinados en una mansión de Maine, asesinato que luego tenía repercusiones en el presente y que ahondaba en aspectos del pasado de Winters.

Las ventas no acompañaron y la serie tuvo que cerrar en su décimo cuarto número con fecha de portada de septiembre de 1983. Pese a que Wolfman desde la página del correo anunciaba que Night Force volvería en forma de series limitadas a lo largo del año siguiente, la cosa quedo en agua de borrajas.
De todas maneras esporádicamente se podía ver al Barón Winters como artista invitado en diversas apariciones en series del Universo DC como “Swamp Thing”, “Books of Magic” o “Spectre”.

Al final con fecha de portada de 1996, la serie regreso de nuevo bajo el guión de Marv Wolfman. Al dibujo ya no le acompañaba Colan, ocupándose de esas tareas Brent Anderson en los primeros 3 números. De nuevo las ventas hicieron terminar la andadura de la serie, esta vez en su número 12.

En España pudimos disfrutara a mediados de los años 80 de los primeros números de la serie de 1982 que aparecieron de la mano de Ediciones Zinco como complemento de la serie de la Cosa del Pantano.

Night Force no consiguió repetir el éxito que logró Tomb of Drácula, y tampoco es muy recordada entre el público. También es verdad que de todo lo que se publicaba en aquella época no era lo mejor que te podías comprar habiendo series muchísimo mejores. De todas maneras el concepto de la serie no dejaba de ser interesante y no me extrañaría que el año menos pensado nos volvamos a encontrar con el Barón Winters y su Night Force.

lunes, marzo 21, 2005

Víctima de Byrne

Hoy voy a hacer una confesión. Ya son muchos años y es la hora de salir del armario.

Soy una víctima de John Byrne.

Todo empezó cuando era un crío. Por entonces a la hora de leer tebeos no me importaba nada quienes eran los autores. Solo me guiaba por los personajes y las series que me gustaban. Pero había números que me gustaban más que otros. Con el paso del tiempo me di cuenta lo que diferenciaba esos números en concreto de otros. El dibujantes era John Byrne.

No podría asegurar cual fue el primer trabajo que vi de él. Podrían haber sido sus números del Capitán América o de los 4 Fantásticos, quizás incluso fuera de los Vengadores, realmente no me acuerdo. Pero lo que si que se, es que Byrne fue el primer dibujante al que seguí incluso cuando iba a series que incluso a priori no me interesaban, como pudo ser Hulka o Namor. Me había convertido en lo que el propio Byrne llamaba una de sus “victimas”, una legión de seguidores que cuando dejaba una serie para irse a otra le seguía en masa.
Con el tiempo fui recuperando sus obras pasadas, esa obra maestra que es su Patrulla-X con Claremont, los extraños Alpha Flight, su Marvel Team-Up y así con sus demás trabajos.
Sobre todo me gusta su trabajo cuando todavía era un autor primerizo entre la segunda mitad de los 70 y la primera mitad de los 80 incluso más que sus trabajos siguientes en donde su trazo era quizás más seguro y ya tiene un estilo más depurado.

Pasaron los años y seguía siendo un gran fan de John Byrne, pero quizás desarrolle el gusto crítico con el tiempo y me di cuenta que con el transcurrir de los años, su trabajo como dibujante iba dejando mucho que desear, su trazo era muy dejado, como si estuviese acabado con prisas. Casi parecía que el autor estuviese desganado. John Byrne había dejado de ser esa especie de dios con un lápiz que era para mi. Aun así tenía algo que apelaba a mi gusto y seguía comprando sus cosas.

De esta manera me he llegado a tragar auténticos bodrios infumables, su Spiderman Capitulo Uno, su Amazing Spider-man con Howard Mackie (doble ¡¡puagh!!!), sus Lab Rats, obras que si tuviese un mínimo de sentido común debería echarlas a una hoguera en busca de paz espiritual, porque ya tiene delito. Hay una leyenda urbana que dice que John Byrne murió pero que su cuerpo físico sigue animado y continua dibujando. Otra teoría afirma que fue abducido por los Skrulls y uno de ellos tomo su forma y entrega los trabajos con la firma de Byrne.

De manera enfermiza, pese a que se que este ya no es el Byrne que me maravillo en mi infancia yo sigo tropezando en la misma piedra y sigo comprando sus trabajos con la esperanza de que el Fénix renazca de sus cenizas y que me vuelva a encontrar con el viejo “gran” John Byrne, y en ocasiones parece que si, y me da trabajos que parecen indicar ese renacimiento, como el primer Superman & Batman: Generations, pero son pequeños oasis en su obra actual volviendo siempre a su línea desganada.

Soy un enfermo, lo reconozco, se cual es mi problema pero yo sigo cayendo una y otra vez. Que Byrne anuncia una serie nueva, yo me digo que no pico esta vez, luego me lo pienso y me engaño diciendo que solo probaré los primeros números y al final me estoy haciendo la serie completa –al menos como las ventas ya no le acompañan le cierran las series enseguida- aguantando mes tras mes ese calvario que es comparar sus trabajos antiguos con los modernos.

Y ahora anuncian su nueva etapa como dibujante de Action Comics y me la voy a comprar.

¡Socorro! ¡Qué alguien me pare! ¡Soy una víctima de John Byrne!

El autor de este texto acaba de leer hace un momento el número 1 de la nueva serie de John Byrne “Blood of Demon” e increíblemente le ha gustado mucho, lo cual es un auténtico milagro porque hacía tiempo que no pasaba eso. El muy iluso se piensa que esta vez es la definitiva y que John Byrne volverá a ser quien era. Pero todos sabemos que se equivoca o ¿quizás si que sea este el renacer definitivo de Byrne?

Posted by Hello

domingo, marzo 20, 2005

Hollywood desértico

Uno mira la cartelera estos días o lee en las revistas especializadas los proyectos cinematográficos que se preparan desde Hollywood y siempre encuentra un denominador común que comparten todos ellos.
La falta de originalidad.
Y a originalidad me refiero a creaciones nuevas. La gran mayoría de películas son o adaptaciones literarias, o remakes de viejos éxitos cinematográficos puestos al día, o adaptaciones de películas extranjeras al gusto del mercado yankie, o llevar a la gran pantalla series de éxito de TV y de los cómics, o biopics de cualquier persona a la que se le pueda sacar jugo de su historia personal.
¿Tan falto de imaginación están los guionistas cinematográficos que tienen que tirar de otros medios y de lo ya hecho para sacar sus proyectos adelante?.
¿Es que los estudios no quieren arriesgar la pasta en nuevas historias y creaciones artísticas que prefieren ir a lo seguro no vaya a ser que por arriesgarnos no hagamos una taquillazo?.
Y cuando hayan adaptado todo lo que se puede adaptar, ¿qué harán entonces?, ¿remakes de remakes?.

sábado, marzo 19, 2005

La Tumba de Drácula


Posted by Hello

Hay tebeos que seguramente no merezcan la calificación de obra maestra, o decisivos en el devenir del medio, pero que como lector me han producido tal nivel de satisfacción que poco me importa lo que puedan opinar de ellas los expertos o eruditos. Para mi son pequeñas joyas. Hoy voy a hablar de una de ellas. La serie de “Tomb of Drácula” de los años 70.

Marvel en esos años va a buscar nuevos géneros que explotar más allá de sus sempiternos superhéroes, así vamos a encontrarnos con la espada y brujería de la mano de “Conan The Barbarian”, las artes marciales y el cine de espías con “Shang Chi Master of Kung-Fu” y el terror claro está de la que el máximo exponente quizás sea Tomb of Drácula. Con fecha de portada de Septiembre de 1972 aparece el primer número. Durante los 6 primeros números con un baile de guionistas, empezando por Gerry Conway, Archie Goodwin, Gardner Fox y finalmente Marv Wolfman que a partir de su séptimo número toma las riendas argumentales. A los lápices y durante los 70 números que duró la serie, Gene Colan. Y este es uno de los puntos fuertes, que el equipo de Wolfman-Colan, complementándose a la perfección estuvieron mes a mes durante 7 años sin fallar ni una sola entrega, dando coherencia formal al título.

La historia partiendo de los hechos acaecidos en la novela de Bram Stoker, nos relata el devenir del vampiro en la actualidad, o la actualidad que era entonces los años 70, de Drácula (más cercano a la imagen cinematográfica de los filmes de la Hammer que a la actual imagen gótica y romántica que nos ha legado Anne Rice con sus novelas de vampiros) en su lucha con los caza vampiros que le persiguen.
Wolfman, no construye su relato por medio de la acción, sino de los personajes, tanto Drácula, como de los secundarios y este es el otro ingrediente que hace especial la serie, la variedad de personajes que aparecen y desaparecen por sus páginas y que en ocasiones logran eclipsar al protagonista del titulo.

Esos inolvidables Frank Drake, descendiente del vampiro por cuya culpa Drácula ha resucitado y que hará todo lo posible para enmendar su error; Quincy Harker, el hijo de Jonathan y Mina Harker de la novela, que ha continuado la lucha de sus padres aunque en ella haya perdido a todos sus seres queridos; la bella Rachel Van Helsing consumida por odio y la determinación de acabar con el vampiro; Taj, el hindú que nunca dice una palabra y que arrastra una triste historia; Blade, aprovechando la moda de la blaxplotation, una especie de Shaft cazavampiros callejero, rudo y de malas pulgas; Lilith, la peligrosa hija del vampiro cuyo odio por él es inmortal, Hannibal King, el investigador privado y vampiro que lucha contra la sed de sangre que es su maldición; Shiela Whittier y David Eshcol condenados a un trágico fin al igual que Daphne Von Wilkinson cuya codicia cobrará caro; los divertidos Harold H. Harold y la cabeza de chorlito de Aurora; Antón Lupeski y su secta demoniaca que busca el poder que le dará la semilla entre la unión de Drácula y su hija Domini, que conseguirá el corazón del vampiro y le dará un hijo, Janus que como toda la extirpe de Drácula se vuelve contra su progenitor, y un largo etcétera más.

Todos ellos se cruzan con el Señor de las Tinieblas y ese contacto acabará con su inocencia, quienes la conservasen, y en ocasiones será un choque fatal y amargo, con visos de tragedia griega, cuya trama va de la escarpada Transilvania, a las oscuras calles de Londres, de la misteriosa campiña inglesa pasando a una tenebrosa Boston.

Y todo ello narrado con el particular trazo de Gene Colan, el dibujante de las luces y las sombras, que viene ni que pintado para plasmar este oscuro mundo y los personajes que lo pueblan. Si hubiera que elegir una de las obras de Colan sin dudarlo esta es Tomb Of Drácula, porque fue el perfecto vehículo para lucirse y no hay que olvidarse tampoco del entintado de Tom Palmer que le da ese perfecto acabado a Colan que muy pocos entintadores saben darle.

La otra cosa que hace especial a Tomb of Drácula es que tiene un final, no se eternizó hasta el aburrimiento como ocurre con muchas series, un final de serie que coincide con el fin del vampiro. Vale, que luego ha sido resucitado varias veces hasta la extenuación pero los 70 números de Tomb of Drácula son una unidad, un todo argumental que no necesitan de nada más para poder disfrutar de la historia. Aparte de que Drácula no se vio contaminado en su propia serie por la legión de superhéroes de la editorial (aunque fuera de ella el vampiro si se encontrase con lo mas colorido de la editorial) o por lo menos solo aparecieron aquellos que no desentonaban con su oscuro mundo, como el Hermano Vudú, el Dr. Extraño, el Hombre Lobo o Estela Plateada .

Tomb of Drácula se ha convertido por meritos propios en una de las mejores plasmaciones del más famoso vampiro literario. Un tebeo a tener en cuenta y que no merece caer en el olvido.
Por lo menos un servidor no la olvidará nunca.

jueves, marzo 17, 2005

La mirada del Angel... caido


Posted by Hello

Las ideas no están para tirarlas a la basura. Y si no que se lo digan a Peter David.

Mientras guionizaba para DC Comics su serie de Supergirl tenía dos planteamientos a seguir llegados a un punto de la historia, pero el cierre de la colección –ya he comentado lo que odio el sistema de venta a librerias en los USA ¿verdad?- llevo al traste las posibles continuaciones que tenía pensadas.
Al final una de esas dos ideas sería reutilizada por David para una serie de la que él mismo autor dice que es, en su opinión, su mejor obra hasta la fecha, Fallen Angel.

Mirando al mercado americano, Peter David se fijó que entre las series tradicionales para todos los públicos y los tebeos dirigidos a un público adulto tipo de las series de la línea Vértigo, había un salto, el lector de 16 años no tenía ninguna serie dirigida a su grupo demográfico. Por ello trataría de convertir a Fallen Angel en un puente para ambos públicos.
Aunando esfuerzos con los dibujantes españoles David López a los lápices y Fernando Blanco en las tintas, darían forma a su ángel caído y al particular universo que la rodea.

Bienvenidos a Bete Noire... donde los sueños vienen a morir” acertadamente anunciaba la portada del primer número. Bete Noire es una ciudad a imagen y semejanza de Nueva Orleans, pero más oscura, siniestra y peligrosa si cabe.
En una de sus calles se encuentra “Furors” un bar regentado por un viejo alemán llamado Adolf. Quienes tienen problemas irán a una mesa siempre reservada a una enigmática mujer de pasado oscuro, llamada Lee, aunque hay quienes la llaman “el ángel caído”.
Pero Lee no es un personaje candoroso, ni positiva, ni un echado de virtudes, o siempre deseosa de ayudar al prójimo. Todo lo contrario. Como su nombre indica esta cayendo moral y personalmente y esa caida esta aún lejos de acabar. Porque en una ciudad llena de auténticos hijos de perra, ella es sin duda la peor de todos ellos.
Y si miramos el listado de personajes secundarios ya es difícil; el Doctor Juris, magistrado de Bete Noire que tiene una ambigua relación con Lee, siendo tanto su amante como su enemigo, estando a las ordenes de la Jerarquía que controla la ciudad; Asia Menor, un camello que trafica con drogas, Slate, el examinador jefe de la ciudad y más corrupto que la misma; Black Mariah, cuyo tacto corrompe lo que toca; Terrance “Boxer” el amante de Mariah y mano derecha del Dr. Juris en la ciudad.

Juntamos todos los ingredientes y añadimos los rasgos característicos en la escritura de Peter David, es decir, un humor cínico, ingeniosos juegos de palabras y golpes de efecto en el momento menos esperado que dejan al lector con el corazón en un puño, más el perfecto dibujo del tándem López-Blanco que plasman de manera idónea el ambiente asfixiante que es Bete Noire y el opresivo mundo que rodea a Lee, y tendremos la mejor serie que se estaba publicando en el mercado americano.

Aunque la serie empieza tranquila, con una correcta presentación de los actores y de la ciudad, poco a poco va tomando la velocidad y las curvas de una montaña rusa, cada vez que descubrimos más cosas del pasado de Lee, de su relación con el Dr Juris, del cometido de la Jerarquía en la ciudad y que desemboca de forma explosiva en “Hurlyburly”, donde todas las cartas son descubiertas y se ponen sobre la mesa en el sorprendente final de la saga, que debería haber sido el final de la serie en el número 18.

Y es que aunque la serie ha sido un éxito de crítica, las ventas han sido “escandalosamente” bajas. Claro está que Peter David no las ha tenido todas consigo.

En el segundo número un juego de palabras con un doble significado sexual puso el grito en el cielo de la puritana sociedad americana, haciendo que algún librero se quejase de que no podían vender el tebeo a menores por su contenido. Esto a la larga hizo que la serie a partir de su cuarto número llevase el cartelito de “Sugested for mature readers” lo cual significa que en muchas librerías de los Estados Unidos ese cómic solo será vendido a adultos y expuesto en una bolsa negra que oculte su contenido a ojos “inocentes”. Con esto se dio al traste el plan de David de una serie dirigida a un público pre-adulto. Poniéndola en tierra de nadie, sin ser para el público general, ni pertenecer a la línea de adultos de Vértigo que no aceptaron la serie dentro de su sello editorial.
Aunque no hay mal que por bien no venga, ya que esto ha hecho que David ya no se cortase ni un pelo a la hora de contar su historia, libre de cualquier atadura que conllevase la calificación de la serie a un publico adolescente.

Por desgracia se anunció la cancelación en su número 18, pero milagrosamente las ventas del primer tomo que recopilaba los 6 primeros números subieron lo suficiente para darle una prórroga de un par de números más. Aunque no ha sido suficiente porque incluso antes de que hubiere salido el décimo noveno número a la calle, DC Comics anunció que la serie tristemente no pasaría del 20.

Así Fallen Angel tendrá dos finales, el primero, perfecto en su desarrollo en el 18; y el nuevo tras una corta etapa de dos números en el 20.
Pero desde su blog Peter David daba esperanzas afirmando que no todo estaba perdido. En una famosa página de rumores de internet se comentaba que al ser la colección propiedad de sus autores, esta seguramente tendría una nueva vida en la editorial IDW. Esto todavía no ha pasado de ser lo dicho, un rumor. Esperemos que se confirme y se vuelva una realidad.

Porque si no los seguidores de Lee nos vamos a quedar huérfanos del mejor cómic del mercado.
Y ¡maldita sea!, Peter David todavía nos debe la historia del origen de este peculiar “Angel Caido”

martes, marzo 15, 2005

Descomprimiendo los Tebeos

Ando leyendo estos días “La Narración Gráfica” del recientemente fallecido y aun llorado Will Eisner. La lectura de este libro daría para cientos de post, pero me voy a centrar en algo que me ha llamado la atención.

Indica Eisner que según como sea el medio que se utiliza para contar una historia, ya sea cine, cómic, o literatura, la forma de contarla siempre se va a supeditar a ese medio y al formato que tiene ese medio. En el caso especifico del cómic no es lo mismo contar una historia en una tira de prensa que en un comic-book de 22 páginas o una novela gráfica de ciento y pico páginas. Según sea el formato elegido por el autor este podrá narrar de una forma u otra ya que el tiempo, el ritmo o la estructura narrativa va a variar de uno a otro.

Si echamos un vistazo a lo que se publica hoy día en los Estados Unidos, y más precisamente en el mercado de los comic-books podremos observar que esto ya no se cumple, el autor no se ciñe al formato utilizado. Se utiliza el formato clásico de 22 páginas para historias que están construidas para un formato mayor, tipo novela gráfica.
De esta manera la tendencia actual es que se necesita de una gran cantidad de cómics de 22 páginas para completar una historia, en vez de utilizar el formato de novela gráfica de varias páginas que se ajustaría mejor a la historia que quiere narrar el autor.

Ese choque entre formato y narración es debido a una tendencia en la forma de contar la historia que los estudiosos del medio han bautizado como “Descompressed Storytelling”, Narración Descomprimida en castellano.

Mediante la narración descomprimida el autor se toma su tiempo a la hora de contar las cosas, se centra en aspectos concretos de la historia, se recrea en determinados situaciones, estira el momento. Esta técnica es muy común en Japón, ¿os acordáis de series de dibujos animados japonesas como “Campeones” donde los partidos de fútbol podían durar siete capítulos, centrándose solo en uno para contar como Oliver marcaba un penalti?

Con esta técnica el autor puede usar medio tebeo en hacer que el personaje se vaya de compras a unos grandes almacenes para terminar comprándose una camiseta o dos página simplemente en hacer que un personaje le pida una grapadora a otro (los lectores de la serie “The Pulse” creo que reconocerán este último ejemplo)
Los guionistas norteamericanos actuales han tomado esta técnica y la han hecho algo muy común, solo hay que citar nombres como Bruce Jones, Greg Rucka o el rey de la narración descomprimida, Brian Michael Bendis.

Si descomponemos una historia en sus elementos básicos, es decir, presentación, nudo y desenlace, al aplicar estos a un comic book de, digamos Bendis, vamos a encontrar que en las 22 páginas de lectura que tiene el tebeo no van a ser aplicables y que para Bendis cinco tebeos serán el prologo, otros diez el nudo y cinco números el desenlace.
No se ciñe a las 22 páginas para contar una historia. Utiliza una cantidad mucho mayor.

¿Es mala por tanto la Narración Descomprimida?. Si y no.

Todo depende de la habilidad del escritor. Porque Bendis lo utiliza para definir mejor a los personajes o las situaciones, las páginas que comente de “The Pulse” con la escena de la grapadora, sirve a un propósito, dar a entender que la periodista es nueva en su trabajo, que no tiene aún todo el material y de paso aprovecha para hacer la presentación de otro personaje y en que artículo esta trabajando. Al final tras tropecientos números Bendis cuenta la historia completa con su presentación, nudo y desenlace.
Otros autores en cambio van a utilizar esos tropecientos números para no contar nada, solo rellenar y rellenar páginas en una huida narrativa que no conduce a ningún lado.

El problema es que el lector se queja y en ocasiones con razón, porque cuando compra un tebeo quiere leer una historia y mediante la narración descomprimida solo puede leer una parte de la historia. Es como ir al cine para solo ver 5 minutos de la película teniendo que ir todas las semanas para ver otros 5 minutos hasta verla completa.

Son historias que piden a gritos otro formato que no sea el del comic-book de 24 páginas.
Pero claro, el editor no es tonto y ha descubierto un buen negocio en la narración descomprimida. Puede vender dos veces la misma historia, primero de forma serializada en los tebeos y luego recopilada mediante el tradepaperback. Alarga la vida comercial del tebeo y puede llevar el tomo recopilatoria a otros circuitos de venta que no son los habituales como librerías generalistas o las grandes superficies comerciales.
No es de extrañar que en Marvel desde las altas esferas se recomienda al guionista que se plantee sus historias en vista a la recopilación posterior.
Se sacrifica la narrativa clásica de número a número por una en la que en ocasiones solo son páginas y páginas de una historia que se podría haber contado en un número y que se alarga artificiosamente en 6.

Y esto creo que no debería ser así.

Se pueden utilizar ambos métodos, pero aplicando a cada uno el formato correspondiente.
Al autor que narra número a número que hace de sus 22 páginas una historia en si, dejarle con su comic-book habitual. Mientras que aquellos que tienen necesidad de gran cantidad de páginas para desarrollar su historia dejarles la novela gráfica con las páginas que necesiten y no constreñirles artificialmente al formato clásico del tebeo americano.

Tanto detractores como admiradores de la Narración Descomprimida saldríamos ganando.

Posted by Hello

lunes, marzo 14, 2005

Bienvenidos a Hotel

Posted by Hello


Lo siento, tengo que confesarlo, siento debilidad por la música de Moby.

Lo descubrí como supongo lo hizo la gran mayoría de la gente en España con su disco de 1999 “Play”, álbum por el cual deberían dar gracias un buen puñado de creativos de publicidad, porque hay un buen monton de canciones que se han utilizado en anuncios. Hasta TVE utilizo el score de “Porcelain” como sintonía durante una buena temporada.

La carrera de Moby –un seudónimo que tiene desde su infancia, por ser sobrino nieto de Herman Melville, el autor de “Moby Dick”- empezó como la de muchos músicos tocando en diferentes bandas de estilo punk en los 80 como The Vatican Comandos.

En los 90 el muchacho se nos pasa al house teniendo algunos pelotazos musicales con canciones como "Go" , "Drop A Beat" y "Next Is The E". De esta época son sus tres primeros álbumes, "Moby", "Early Underground” y "Ambient" pero en estos todavía no tiene un control absoluto sobre su obra, cosa que conseguirá con un cambio de discográfica con el que lanza "Everything Is Wrong” trabajo en el que mezcla diferentes géneros alejándose de una línea tecno más purista.

En su siguiente trabajo “Animal Rights” sigue rompiendo con su estilo al ir contra corriente, pues si las tendencias se dirigían a experimentar con la electrónica, él va a dirigirse hacía un estilo más rock.
A continuación saca “I Love to Score” un disco de versiones de los temas de las películas de James Bond.
Como he comentado antes, 1999 es el año de su consagración con “Play” al que le seguiría “18”.

Este mes de marzo Moby nos va a deleitar con su nuevo trabajo “Hotel” donde en algunos temas recupera una vieja costumbre de sus primeros trabajos de tener a una vocalista femenina para cantar algunos temas.
Para mi, la música de Moby es perfecta como banda sonora de tu vida, acompañándote, mientras conduces, leyendo, haciendo deporte, cualquier momento o lugar es adecuado para escucharlo. Ahí reside quizás su gran atractivo para mi.

Os recomiendo que os pongáis cómodos y descubráis cualquiera de las canciones que componen “Hotel” o si me permitís el chiste, que entréis en cualquiera de las 14 “habitaciones” que tiene el “Hotel” de Moby.

No os decepcionará.

domingo, marzo 13, 2005

El blues de la multiforme

Posted by Hello


Yo no se si cuando Len Wein y Dave Cockrum relanzaron la serie de la Patrulla-X allá por 1975 sabían que en ese momento estaban dando el espaldarazo definitivo a una de las mayores franquicias comiqueras que existen.

Y es que a día de hoy, prácticamente no hay “mutie” que no tenga o haya gozado de su correspondiente serie regular, serie limitada u one-shot. Claro está que toda esta avalancha no significa que todas estas sean una maravilla del 9º Arte y que la mayor parte solo debe su existencia a motivos comerciales ya que artísticamente hablando no son menos que una mierda pinchada en un palo, si me permiten la expresión.
Pero en ocasiones siempre hay la excepción que confirma la regla y podemos encontrar algún spin-off más que interesante.

Este ha sido el caso de Mística, personaje que debutó de la mano del Chris Claremont en el número 16 de "Ms Marvel" en 1978 y que luego utilizaría en la serie de la Patrulla-X como líder de la nueva encarnación de la Hermandad de Mutantes Diabólicos en aquella pequeña joya que es "Días del Futuro y de Pasado". Desde entonces ha morado en el Universo Marvel con mayor o menor fortuna.

El éxito de las películas de X-Men tira mucho, y los editores que siempre están a la que saltan para atraer a posibles nuevos lectores que puedan haberse subido al carro a causa del filme, aprovechan a la mínima y nos salen con series protagonizadas por los personajes que han calado en el público con la película.
Y si además el personaje es una tía buena que va semidesnuda toda el rato con solo maquillaje azul tapando sus vergüenzas para que pedir más.

Estos antecedentes podrían considerarse agoreros, pero mira tú por donde, que la serie protagonizada por la multiforme mas famosa de Marvel sin ser una obra maestra que todo lector debería estar leyendo mes a mes, no deja de ser una serie muy entretenida, gracias al buen hacer principalmente de su guionista, Brian K.Vaughan, que se esta ganando poco a poco el favor del público con obras como su interesantísima “Y, El Ultimo Hombre” o “Runaways”.
Vaughan nos presenta tramas que mezclan tanto el humor irónico –impagable el chascarrillo del primer arco argumental con Mística bajo la forma de Fidel Castro en Cuba- con la acción trepidante propia de series como “Alias”, la televisiva de Sydney Bristow, no confundirla con la comiquera de Jessica Jones.

Así Raven Darkholme se ve convertida contra su voluntad en una especie de agente secreto a las ordenes del Charles Xavier en aquellas misiones que por su secretismo no pueden realizar sus Hombres-X dada su delicadez y que podrían comprometer su imagen pública. De esta manera Mística va a recorrer el mundo oscuro del espionaje en el universo Marvel con el apoyo de personajes ya conocidos como Forja en un papel que se asemeja al Q bondiano y a Shortpack, un nuevo y muy curioso personaje que actúa como enlace de la multiforme en sus misiones.

La parte gráfica va a ser variada con los competentes pero quizás algo sosos, Jorge Pereira Lucas en los 6 primeros números y Michael Ryan hasta el décimo número en el que también se despide Vaughan como guionista.
En el número 11 debuta a los guiones Sean McKeever y al dibujo el salmantino Manuel García que ya se quedarán hasta el final de la serie en su número 24. La ley de mercado manda y las ventas no han sido todo lo exitosas que se podría esperar.

Seguramente los editores ya habrán preparado un par de series nuevas para sustituirla. Esperemos que al menos sean la mitad de entretenidas.

sábado, marzo 12, 2005

Vida Editorial

Hace unos meses vi en DVD la miniserie de TV, Shôgun, basada en la novela homónima de James Clavell. Sobre ambas tengo que hablar largo y tendido un día de estos que por algo el título de este blog ha tomado el nombre de uno de sus personajes.

Me gusto tanto que me fui a la biblioteca pública a sacar la novela pero, ¡oh, sorpresa!, no la tenían. “Bueno, no pasa nada”, pensé, “Así la compro”.
De esta manera empezó mi largo periplo de librería en librería, obteniendo siempre la misma respuesta. “No la tenemos”, “Lo siento, esta descatalogado”, o mi respuesta favorita en una libreria donde el dependiente me dijo rotundamente “Ya no existe”.
Al final conseguí el libro por otras vías alternativas pero me ha hecho reflexionar, ¿cuánto dura la vida comercial de un libro?.

La verdad que a no ser clásicos reconocidos, nunca había tratado de comprar un libro, digamos comercial de más de 10 años de antigüedad desde su fecha de publicación.
Shôgun por lo que he podido averiguar fue publicado en España por primera vez en 1976. Y mirando en la biblioteca otros libros de Clavell en la publicidad todavía aparecía reseñado por 1994 como disponible.
¿Son 20 años la fecha máxima que aguanta un bestseller en las estanterías?.

Uno de los últimos pelotazos literarios ha sido “El Código DaVinci” de Dan Brown. Se ha vendido como rosquillas. Ahora bien, en el año 2025, si hipotéticamente alguien que ve la película -que se va a rodar próximamente-, se acerca a su librería para comprar el libro, ¿se encontrará que en castellano esta descatalogado?
¿Bestsellers como "Los Pilares de la Tierra" seguirán disponibles al público?

Y es que al final el tiempo es el mejor juez que hay y el que tiene la última respuesta sobre la validez de una obra.

Eso si, como apunte personal, a mi Shôgun como novela me ha gustado mucho, tiene ideas y pensamientos que aún están vigentes y si que merecería que pudiera estar a mano del lector en castellano.
Y que coño, habiendo sido editada en DVD el año pasado, aprovechando el posible tirón comercial la editorial debería haber sacado una reedición, menuda miopía comercial.

jueves, marzo 10, 2005

Un Murcielago sobre Hollywood

El otro día por casualidad en el cine dieron el trailer de Batman Begins. No me suelo fiar mucho de los trailers porque la mayor parte de las veces te crea unas expectativas que luego no se cumplen y es que casi lo mejor de toda la peli es lo que han puesto en ese trailer, cuando no son del tipo, te resumo toda la película en 5 minutos.
Pese a todo esto me dejo un buen sabor de boca. Ese joven Bruce Wayne que recorre el mundo para forjarse tanto mental como físicamente puede dar mucho de si.
Y tener a Chris Nolan tras las cámaras es una garantía. Si la película es la mitad de buena que esa original película que es "Memento" me doy por satisfecho.

A mi personalmente no me han gustado mucho las versiones fílmicas anteriores del Señor de la Noche.
La serie “camp” de TV de los años 60 y quizás la más famosa encarnación de Batman para el publico en general por la batmania que desencadenó, era una comedia bufa que no se tomaba nada en serio. Para mi Batman tiene que ser algo oscuro, dramático y esa serie es una autentica patada en los huevos. ¡ouch!.

Al menos salimos ganando con la versión a finales de los 80, principios de los 90 de Tim Burton. Si, era oscura y se tomaba la cosa más en serio, pero quizás más que una película de Batman era una película de Tim Burton, porque el director ahondaba solo en los aspectos del mundo del personaje que le interesaban y que son su marca de fábrica, tipo, personajes patéticos y desfigurados, ambientes tétricos, etc.
Y tienen más protagonismo los villanos que el propio personaje principal.

Pero lo peor aun tenía que venir con Joel Schumacher, cuya madre siempre recordaran los fans del personaje con “cariño”.
Este hombre consiguió lo imposible con sus dos películas, actualizar la serie de los 60 en los años 90. "Batman & Robin" es un buen ejemplo de lo que NO se debe hacer al adaptar un cómic al cine.

Menos mal que luego vinieron las versiones en dibujos animados de Paul Dini, quien consiguió rizar el rizo al hacer de su Batman mejor incluso que los comics coetáneos que se publicaban. Si querías ver a Batman tal como debía serlo solo tenías que acercarte a las series de Dini.

Esperemos que al final, Batman Begins no nos haga jurar en arameo de nuevo.
Eso si, como detalle personal, ¿por qué en las versiones fílmicas le ponen a Batman esos horrorosos trajes de goma negra? Parece una especie de muñeco Michelín.

martes, marzo 08, 2005

El Sendero del Lobo



A lontananza se distingue la figura de un samurai, va empujando un carrito con un niño en su interior. El samurai porta un estandarte que reza “Niño y espada contratables”. Son el Lobo Solitario y su Cachorro.

Hace años el autor Frank Miller reconocía su absoluta admiración por un manga de los años 70 llamado “Kozure Okami” traducido allí como “Lone Wolf & Cub”. La historia de un Ronin, un samurai sin señor, que junto a su hijo, Daigoro, alquila su espada al mejor postor como asesino, recorriendo el Japón del siglo XVIII, un conflictivo periodo histórico en el que comenzó la época del Shogunato Tokugawa que aislará a Japón del resto del mundo durante dos siglos.

En España hemos tenido que esperar hasta el 2003 para poder leer sobre ese viaje cargado de violencia que es Lobo Solitario y su Cachorro y sinceramente creo que la espera ha merecido la pena porque Kozure Okami es un poema japonés, pero un poema que destila violencia y sexo, sin concesiones para el lector.
Somos testigos de un mundo lejos de la inocencia, una sociedad corrompida, con gobernadores corruptos, y vasallos que maquinan para acabar con sus señores feudales. Desde luego no es de extrañar el antes mencionado gusto de Miller por este cómic, comparte muchos de los temas y de las inquietudes que han hecho famoso al autor americano y que salpican su obra.

La pluma del escritor Kazuo Koike nos plasma un curioso personaje como es el protagonista, que a los lectores se nos puede antojar frío, metódico, un perfecto asesino que domina su arte, con un sentido del honor que le obliga a cumplir siempre sus contratos porque se lo manda su código samurai.

Y que hay que decir del otro protagonista, Daigoro, el niño. Un testigo de las cruentas hazañas de su padre, en ocasiones inocente -si es que la inocencia puede ser concebida en ese violento mundo-, pero como muy bien dicen “aunque sea un cachorro, no deja de ser un lobo en potencia...” y así en ocasiones se convierte en la mejor arma de su padre.

Y todo esto es plasmado gracias al más que eficaz arte de Goseki Kojima, su dibujo es efectivista, su plasmación de las luchas, los duelos entre los samuráis, en definitiva, la carnicería, la violencia, la furia implícita de esos enfrentamientos que sobrecogen al lector.



Su valor no hace extrañar que fuera “adaptado” por Max Allan Collins en su “Camino a la Perdición” -en una maniobra que recuerda mucho a la adaptación de “Los 7 Samuráis” de Kurosawa a “Los 7 Magníficos”, cambiando al torvo Ronín y su hijo en un Gangster que ha perdido el favor de su padrino y que recorre los Estados Unidos de los años 20 con su hijo.

Lobo Solitario y su Cachorro no es un cuento de hadas, es una representación de lo violento de la naturaleza humana, del honor y del deber del samurai, en un mundo cruel y sin esperanza, en el que al menos aún nos queda la sonrisa de Daigoro.

viernes, marzo 04, 2005

Excesividad

Ojeando el periódico local me encuentro con la crítica cinematográfica de “Constantine”, la película que adapta el cómic “Hellblazer”.

No he visto la película -la verdad es que no soy muy seguidor del tebeo original-, por lo que claro está no voy a hacer ninguna crítica del filme.
Pero me hizo gracia un comentario del articulista que rezaba –“Todo el contexto del filme tiene ese aire inequívoco de cómic, un nuevo género fílmico que peca siempre por exceso”.
Creo que es un poco injusto hacer generalizaciones y meter todos los comics en el mismo saco. Es síntoma de tener una idea preconcebida del medio.

Posiblemente muchos cómics, ya sea en su estética, en su forma de narrar o en sus personajes sean “excesivos” (supongo que en el caso de “Constantine, el periodista se referirá a la cuestión estética). Esto no lo discuto. Pero no todos presentan esa característica. Así rápidamente me vienen a la cabeza ejemplos como “Maus”, “Adolf”, “Mort Cinder”, “Bone” y un largo etcétera más.

Incluso aunque desde Hollywood la moda sea adaptar aquellos que comulgan con esa tendencia tenemos versiones cinematográficas de cómics que supongo no coinciden con la definición del crítico de excesividad, caso de “Ghost World” o “Camino a la Perdición”. Pero seguro que dada la temática de estas, este jamás las relacionaría con su idea de lo que es una película basada en un cómic. Lo que me hace recordar a Tom Hanks cuando le preguntaban sobre “Camino a la Perdición" y este respondía –“Mi próxima película es una adaptación de una Novela Gráfica, aunque no me preguntes qué es una Novela Gráfica, porque no tengo ni idea”.

Al final todo se resume en esto, el “desconocimiento” de un medio.

jueves, marzo 03, 2005

¿Artistas o Artesanos?

Estoy escuchando estos días el último álbum de U2, “How to dismantle an atomic bomb

Entonces me he puesto a pensar que este disco sigue el mismo estilo y corte que su trabajo anterior, “All that you can’t leave behind”. Casi podrías juntar las canciones de ambos y la mezcla de las canciones no rechinaría demasiado en la nueva selección.
Y esto me ha extrañado, porque si en algo se caracterizaban los U2 era en su evolución musical. Cada uno de sus álbumes era temáticamente diferente al anterior. El estilo de “Achtung Baby” no tenía que ver nada con “Zooropa”, ni este con “Pop” y así con todos.
¿Qué ha pasado para que la evolución musical haya parado? ¿Acaso Bono & Co. ya no dan más de si?.

Esto me lleva a pensar en la dicotomía “Artista VS Artesano”.

El artista es aquel que en su obra creativa busca siempre el innovar, abrir nuevas vías de trabajo, huir hacía el futuro desconocido en definitiva.
El artesano en cambio es alguien que es un maestro en su trabajo, que lo conoce a la perfección y puede repetirlo una y otra vez de manera magistral manteniendo el elemento que lo hace sublime.
U2 eran un ejemplo de artistas, ahora se han convertido en artesanos. Fabrican un buen producto, pero ya no es innovador.

Y este ejemplo lo podemos aplicar no solo a la musica, sino también a cualquier ámbito creativo, ya sea, el cine, la literatura, la pintura, el cómic, etc.

En definitiva ambas opciones me parecen válidas. Ahora ya solo depende de quien consume la obra el elegir cual de las dos apela más a su sensibilidad.

martes, marzo 01, 2005

No Premios, una lección de humildad

Estaba leyendo el número con el que se cierra el actual volumen de She-Hulk, esa magnífica serie guionizada muy inteligentemente por Dan Slott. Esta colección es de lo mejor que ofrece el mercado americano actual, aunque solo la crítica especializada se haya dado cuenta de esto, dado que por culpa del maldito sistema de venta directa a librerías especializadas en Estados Unidos casi nadie esta leyendo esta serie, porque desde el momento que el librero pide pocos ejemplares -si pide alguno, claro-, si el lector motivado por las buenas críticas y el boca a boca quiere comprar un número y se encuentra con que el librero no ha pedido los suficientes ejemplares para satisfacer la demanda de los lectores ya que este no se puede arriesgar a pedir más ejemplares de los que él piensa que va a vender si no quiere comerse el stock al que no ha dado salida, con la consabida perdida de dinero para él, entonces, todo este proceso aboca a la colección a un círculo vicioso que la condena a la cancelación a corto plazo.

Y como pasa con She-Hulk, sucede con decenas de otras buenísimas series y no quiero poner el ejemplo de Fallen Angel, porque me pongo de muy mala leche, que es, perdón, “era” mi serie favorita actual.
Por lo menos queda el consuelo que a She-Hulk la relanzarán de nuevo a finales de año con el mismo equipo creativo y más publicidad que espero de el espaldarazo definitivo a la serie.

Pero a lo que iba, leyendo este último número, ha habido un momento de autentica revelación, de esos que te abren los ojos y que te hacen pensar sobre los ticks y manías que sufren, perdón otra vez, “sufrimos” los lectores de comics.
Y así, Dan Slott en boca del personaje de Stu Cicero nos da una bofetada a los lectores, un autentico gancho de KO, sobre lo obsesionados y obcecados que nos ponemos con el tema de la continuidad y como nos emperramos en desmontar y destrozar las historias y en como luego nos jactamos de hacerlo, cuando lo que realmente deberíamos hacer es buscar soluciones y dar respuestas a esos problemas de continuidad.

Y para ello Slott nos recuerda los “No Premio”.

Allá por el jurásico o lo que es lo mismo, la década de los 60, había muy buen feeling entre los lectores y el emergente Universo Marvel que estaban construyendo Lee, Kirby y demás autores. Y cuando estos cometían errores, los lectores enviaban sus misivas a los correos dando hipotéticas explicaciones y a aquel lector que diese una mejor solución al error de continuidad que hubiese encontrado en las páginas de los comic-books, Stan Lee le premiaba enviándole un No Premio, un sobre vacío, en cuyo membrete aparecía “Congratulations. This envelope contains a genuine Marvel comics No Prize which you have just won!”; Enhorabuena. Este sobre contiene un genuino No Premio de Marvel Comics que acabas de ganar.

Esto era el mejor regalo que le podían dar a un fan. Y el quid de la cuestión es que todo lo que motivaba a los lectores era ayudar a los autores que habían metido la pata y hacer de su error algo lógico y explicable.

Creo que de ahora en adelante los lectores actuales tendríamos que aprender de los tiempos pasados, buscar más el colaborar y pensárnoslo dos veces antes de criticar por criticar.