sábado, diciembre 31, 2005

Lo último del año

Se acaba un año. Comienza otro. En estos días es común ver en diferentes páginas web o blogs como son invadidos por la moda de “lo mejor del año”, los mejores libros, los mejores comics, las mejores películas, lo mejor de lo mejor que vio la luz en el ya casi agotado 2005.

Y a mi me gustaría sumarme y presentar mi listado de lo mejor del año, pero para que les voy a engañar, el empacho de azúcar y alcohol típico de estas fechas embota tanto mi mente que me es imposible hacer un listado fiable de lo que más me ha gustado y más si tenemos que remontarnos en un periodo tan largo de 12 meses. No puedo, imposible, desisto.

Por eso voy a hacer algo diferente, lo último del año, mi listado de lo último que he leído, comprado o visto. Todo lo que cierra mi año de ocio y consumo.
Y a pocas horas de que acabe el año queda así:

Ultimo Libro Leído del 2005: Memorias de una Geisha de Arthur Golden

Ultimo Libro Comprado del 2005: Vida de una Geisha de Mineko Awasaki

Ultima Película vista en Cine del 2005: El Sabor de la Sandia de Tsai Ming-liang

Ultima Película vista en DVD del 2005: Los músicos de Gion de Kenji Mizoguchi

Ultima Película comprada en DVD del 2005: El Grito de Takashi Shimizu

Ultimo Cómic Leído del 2005: Asa el Ejecutor # 2, Séptimo golpe de Katana: Un loco en la prueba de los dos torsos de Koike y Kojima

Ultimo Cómic comprado del 2005: Thorgal: El hijo de las estrellas de Rosinski y Van Hamme

Ultimo Disco Escuchado del 2005: Red Book de Texas

Ultimo Disco Comprado del 2005: Red Book de Texas.

Ultimo bocado del 2005: Me temo que como muchos españoles será una uva atragantada con sus pepitas.

¡¡FELIZ AÑO NUEVO DESDE LA ODISEA DE ANJIN-SAN!!

martes, diciembre 27, 2005

Blood of the Demon, blood of John Byrne


No se si recordaran ustedes que hace un tiempo dediqué un post a John Byrne y a la particular relación amor-odio que tengo con su obra actual, comentando al final que el primer número de por entonces su nueva serie Blood of the Demon me había gustado especialmente.
Pues bien diez meses después ya tenemos publicados una decena de números de dicha serie y debo reiterar lo dicho. Lo estoy pasando muy bien con Blood of the Demon. Byrne es un autor que desde finales de los 70 bebió de las mieles del éxito, llegando a ser quizá de los primeros dibujantes que se encumbró en un “hot artist” tal como entendemos dicho termino hoy en día. Todo lo que hacía este hombre se vendía como churros, pero al final de los 90 cayó el velo que cubría los ojos a los lectores para darse cuenta que no todo lo que salía de su lápiz era oro.

Empezaba así una etapa de decadencia en la que junto a un montón de obras cuestionables como su etapa en Spiderman aparecían pequeñas joyas que levantaban la media de su calidad como el primer Superman & Batman: Generations.
Particularmente opino que el problema de Byrne es que no ha evolucionado como autor y que sigue haciendo los tebeos igual como los hacía hace 25 años, mientras que la forma de entender el cómic de los lectores si que ha evolucionado y por eso se produce tal choque a la hora de leer el Byrne actual, ponemos nuestra sonrisa condescendiente y decimos, “¡jobar!, con lo bueno que era este tío”, añorando sus obras pasadas cuando quizás en realidad no haya mucha diferencia entre estas y las actuales por lo menos en la forma de concebir el cómic. Lo que si que hay que reconocer es que gráficamente hay cierta dejadez en el Byrne actual, haciendo unas páginas rápidas y mal acabadas comparadas con sus trabajos pasados..
Pero volviendo a Blood of the Demon, particularmente aunque sigo pensando quizás erróneamente desde la nostalgia que me gustan más sus viejos trabajos, esta serie en particular es de lo más entretenido que ha hecho Byrne en los últimos años.

Es sabido de todos la especial predilección que tiene John Byrne por la obra de Jack Kirby y por ende de los personajes que creo el Rey. Si nos fijamos en la carrera de Byrne observaremos que casi siempre que puede retoma esos personajes o los conceptos que crease Kirby, desde su étapa en los 4 Fantásticos, en su Superman, sus números de Wonder Woman (donde ya trato allí a Etrigan) o directamente en el Cuarto Mundo ya fuera en la serie de los New Gods de los 90 o su continuación en el Jack Kirby’s Fourth World.
Por tanto no es de extrañar que uno de los proyectos soñados de Byrne siempre que le preguntaban en alguna entrevista que personajes le gustaría tocar saliese el nombre de The Demon.

Jack Kirby creo la serie en 1972 en su etapa setentera en DC Comics durando la misma 16 números.
Aquí Kirby crearía las bases del personaje, el demonio Etrigan y su particular idiosincrasia de ser un demonio poseído por un humano, Jason Blood. Los dos inmortales han sobrevivido al paso de los siglos y Kirby nos cuenta sus andanzas actuales en dicha serie junto a un grupo de personajes secundarios que rodean la figura de la contrapartida humana de Etrigan. Tras la cancelación de la serie como muchas otras creaciones de Kirby, los personajes popularon por diferentes cabeceras como personajes invitados llegando a protagonizar una serie limitada en los 80 por Matt Wagner y Art Nichols y una serie regular de 58 números en los 90 con Alan Grant y Garth Ennis a los guiones entre otros.
Tras una nueva serie limitada hace dos años, Demon: Driven Out, este años 2005 salió en las librerías una nueva serie regular del personaje Blood of the Demon con argumentos y dibujos a lápiz de John Byrne, haciendo los diálogos Will Pfeifer (interesante guionista sobre todo por su fenecida serie H.E.R.O. en donde actualizaba el concepto de Dial H for Hero) y a las tintas Nekros.
Byrne tiene una visión de la serie más cercana a Kirby que a las versiones noventeras de The Demon incidiendo en el lado aventurero de Jason Blood (al que por cierto Byrne le da cierto parecido con el actor David Boreanaz) y su particular alter ego el demonio Etrigan, metiéndolos en mil y un embrollos. De esta manera la serie comienza con Jason Blood viviendo en Gotham en donde su relación con Etrigan toma un interesante giro cuando el equilibrio y el control entre el humano y el demonio se rompa por las maquinaciones de un enigmático contrincante lo que llevará a Etrigan a crear el caos en la ciudad y si esta ciudad es Gotham claro esta que eso desembocará en un enfrentamiento con Batman al que se le unirán en los siguientes números Superman y Wonder Woman.
Jason Blood tratará de restablecer su equilibrio con la ayuda de viejos conocidos ya presentados en la etapa de Kirby como Randu y su esposa Anjeli, Harry Mathews y un nuevo personaje creado para la ocasión la detective de policía Sandra Kincaid.

Tras este arco argumental que dura los cinco primeros números, en los dos siguientes mientras los protagonistas buscan una cura para la nueva condición de Etrigan y Jason, estos se verán inmersos de manera gratuita en el crossover Day of Vengeance (pese a que se toque de manera tangencial lo que sucede en dicha serie limita si no la lees no pierdes el hilo de la historia) lo que lleva a Etrigan a enfrentarse al Espectro y dejando a Jason Blood en una comprometida situación que llevara al siguiente arco en dos números y cuya conclusión también entronca con el siguiente arco lo que parece que es la tónica de la serie intercalando arcos cuyo desenlace en unos interesantes continuará conecta con los siguientes arcos, lo cual hace la lectura mes a mes muy fluida, más que si lo lees de golpe perdiendo la emoción de los cliffhangers.


Pero si en algo especialmente llama la atención Blood of Demon es en la dosis de violencia y gore que la inunda lo cual hace que esta serie no sea la típica “de apta para todos los públicos” si tenemos en cuenta lo obsesionados que están los americanos con las calificaciones por edad. En Blood of the Demon, vemos como tanto a Etrigan como a Jason Blood los destripan, los despellejan vivos, les arrancan miembros, etc, etc, todo ello con los consiguientes litros de sangre.
Aunque pese a que al ser dibujos estos nunca tienen la viveza que pueden tener esas escenas en una película de imagen real, debo decir en honor a Byrne que una viñeta en la que se ve la cara que le queda a un tipo después de que Etrigan le arrancase la cara de un bocado me inquieto como pocas veces me había ocurrido ante un tebeo y es que uno creía haberlo visto ya todo. Y es que gráficamente el trabajo de Byrne en Blood of the Demon es aceptable y muy agradable a la vista, mas cercano al Byrne que nos encandiló en sus buenos tiempos en buena parte gracias al entintado de Nekros que siendo fiel a Byrne le da un buen acabado (al contrario de lo que dice Byrne en Action Comics donde según él, el entintado que le hace Nelson no tiene que ver con lo que ha dibujado pese a que a los lectores nos parezca que lo que hace en realidad es mejorar todos los fallos en los que incurre el propio Byrne).

Según parece esta serie seguirá la estela de otras series de Byrne en los últimos años y pese a no ser oficial ya se rumorea su cierre en el número 18. Y es una pena porque pese a no ser de lo mejorcito que se publica en el mercado americano, no deja de ser una serie entretenida a la antigua con la particularidad de la violencia implícita en la misma que no tienen otras series por el estilo. En fin, disfrutémoslo mientras dure.

martes, diciembre 20, 2005

Mis series favoritas de TV de fantasía y Ciencia Ficción de todos los tiempos

La televisión queramos o no forma parte de nuestra existencia desde nuestra más tierna infancia. Por eso no es de extrañar que llegado el momento encontremos que determinados programas nos han marcado profundamente y nos han hecho disfrutar sobremanera. Si hay un género en concreto que me fascina o encandile ese sin duda es el de la ciencia ficción y fantasía. Por eso desde mi gusto personal a continuación y sin orden de preferencia alguno aquí están mis 10 series favoritas de TV enmarcadas en dichos géneros.


1. Buffy La Cazavampiros. Mezclas los clichés de las películas de vampiros, con unas gotas de humor, drama y unos diálogos o frases lapidarias de esas que se te quedan en la cabeza durante días, si a eso lo añadimos una perfecta evolución de personajes temporada tras temporada y uno de los mejores cast de personajes secundarios, nos da como resultado una de las series de TV de las que más grato recuerdo puedo guardar.



2. Angel. Spin-off de Buffy, pero a pesar de ello termina encontrando su propio camino más allá de la serie madre. En Angel dejamos de lado la angustia adolescente que era marca de la cazavampiros. En su lugar tenemos a un protagonista oscuro, melancólico de pasado ominoso y la misma mezcla de humor y drama mas unos entrañables personajes secundarios.


3. Los Inmortales, continuación televisiva de la serie de películas aunque cambiando el protagonismo de Christopher Lambert a Adrian Paul. La mezcla de aventura protagonizada por unos Inmortales cuya única forma de morir era cortándoles la cabeza y que se enfrentaban unos a otros con el pegadizo lema de “solo puede quedar uno” mezclado con el relato en flashbacks ambientados en diferentes épocas históricas de la vida del protagonista hacía de esta serie una cita ineludible.


4. Más allá del límite. Episodios autoconclusivos enmarcados en ocasiones en el misterio, en otras en la fantasía, con diferentes personajes e historias de diverso corte en cada uno de ellos lo que hacía muy variada a esta serie.


5. Sliders o Salto al Infinito como se la llamó aquí, un joven crea un dispositivo que le permite visitar dimensiones paralelas pero por accidente él y un grupo de amigos pierden el camino de su dimensión originaria por lo que tienen que viajar de universo paralelo a universo paralelo a cada cual más sorprendente o extraño en busca del suyo originario.


6. Star Trek, la serie original y la que comenzó todo, pese a que los efectos especiales son muy pobres o los decorados de cartón-piedra lleguen a cantar un poco, nos demostró que el auténtico valor esta en los argumentos y en las historias que se cuentan aparte de crear un nuevo universo de fantasía.


7. Star Trek: La Nueva Generación, el primer spin-off, cien años después de lo acontecido en la serie original, un nuevo Enterprise y una nueva tripulación que no hizo echar de menos a la originaria. Más que repetir esquemas, agrando el scope del universo Trek.


8. V, una serie que nos engancho los sábados por la tarde a la tele, la típica historia de invasión extraterrestre llevada al medio televisivo, inolvidables las aventuras de Mike Donovan y su grupo de la resistencia contra la invasión de los lagartos. Y tiene a una de esas malas inolvidables, la malvada Diana.


9. Stargate SG 1, otra continuación en la tele de una película de cine, si en la película se intuía todo un universo a desarrollar, en la serie de televisión somos testigos de ese desarrollo saltando de planeta en planeta junto al Coronel O’Neill, el Dr. Jackson y demás secundarios.


10. Expediente X, misterios y sucesos extraños que desentrañaban cada semana los agentes del FBI Fox Mulder y Dana Scully cuya química como pareja era inigualable y que junto al tono de misterio y las teorías de la conspiración que los acompañaban hizo, por lo menos en las primeras temporadas, una de esas citas ineludibles con el televisor.

Se quedan fuera un montón de series, algunas porque hace tanto que las vi que me temo que los recuerdos infantiles que tengo de ellas me jueguen una mala pasada si las volviese a ver ahora caso del Gran Héroe Americano, La Fuga de Logan o alguna más, otras porque no recuerdo ni el nombre como una serie checoslovaca, creo, sobre unos tipos que viajaban en el tiempo al pasado en busca de una formula que les podría proporcionar un crío, quien en el futuro se convertiría en un famoso científico, con la que podrían impedir una catástrofe que iba a terminar con el mundo. (¿Alguien se acuerda como se llamaba?)
Luego están el grupo de series como Firefly o Babylon 5 que nunca las he visto pero que seguramente, tras leer las buenas críticas sobre ellas, un futuro visionado de las mismas las haga ponerse en el podio.
Y por último series como 4400 o Perdidos que me han dejado un muy buen sabor de boca pero que al ser tan recientes y con el desarrollo pendiente quizás con el tiempo también alcancen el podio.

sábado, diciembre 17, 2005

El Jardinero Fiel, del libro a la película


Últimamente tengo la manía de al ir a ver una película que me interesa y que este basado en un libro leérmelo antes.
Y así he hecho con El Jardinero Fiel, si ayer noche fui al cine a verla, antesdeayer terminé el libro.

Es un curioso ejercicio, teniendo la novela aún fresca en la memoria, la comparación que haces con el film, que ha cambiando en el desarrollo, que personajes se mantienen y cuales desaparecen, si respeta el ritmo narrativo, etc.
He de decir que como adaptación, la película es muy fiel al libro, pero no hay que olvidarse que no deja de ser una adaptación y que por tanto no debería verse obligada a respetar coma a coma el contenido del libro, aunque siempre es preferible que cuanto más se asemeje al mismo mucho mejor. De todas maneras me ha dado la sensación que en la película en ocasiones algunas cosas no quedaban muy claras o por lo menos no tanto como ocurre con el libro.

El director Fernando Meirelles toma la novela original de John LeCarre y la hace suya, la película como he dicho es muy fiel a la novela, pero en el film de Meirelles podemos observar como recalca los temas que interesan al director y vista su filmografía con películas como Ciudad de Dios no es de extrañar, más que los tejemanejes de las farmacéuticas y las luces y sombras que rodean ese mundo Meirelles se centra en el padecer de la gente y la vida miserable a la que están abocados, incluso añade escenas que no aparecen en el libro para recalcar esta situación como el asalto al poblado.
Esto es respetable pero no por ello dejo de pensar que se podía haber sacado mucho jugo al argumento de las farmacéuticas que quedaba mejor retratado en el libro, sus prácticas fraudulentas, el control que ejercen sobre publicaciones e instituciones, el dinero que mueven y el mobbing contra aquellas personas que pueda criticarlas.

Y ante todo al igual que en el libro Meirelles retrata perfectamente esa extraña pareja, Tessa y Justin, su historia, su relación... que no deja de ser el esqueleto sobre el que se construye toda la historia. Muy acertada la elección de actores, sobre todo Ralph Fiennes perfecto en su papel como anodino funcionario en la embajada británica en Kenya que acabará redescubriendo a su esposa. Y maravillosa también Rachel Weisz pese a mis dudas iniciales ya que no la veía en el difícil papel de Tessa Quayle pero a los pocos minutos cualquier duda ya se ha desvanecido.
Los personajes secundarios también están muy bien elegidos aunque yo destacaría a Bill Nighy, actor del que tengo cierta debilidad en el papel de Bernard Pellegrim.
He echado en falta en la película a algunos personajes que se han omitido y también que el papel fundamental de algunos personajes en la novela como son Guita, Birgit queda reducido en la película mientras que personajes como el de la doctora rusa (que ahora no recuerdo el nombre, sorry) y todo el argumento que se desarrollaba en Canada han desaparecido en su traslación fílmica.

En definitiva una película interesante basada en un libro que toca un tema aún más interesante.

miércoles, diciembre 14, 2005

Los 4400 o la frontera difusa entre el cómic y la televisión.


He empezado a ver la serie que acaba de estrenar Antena 3, Los 4400, comprimiendo los 6 episodios de la primera temporada en dos días, a Dios gracias por los videos porque tener que verlo con minutos y minutos de anuncios hace hasta al más duro desistir y es que es sorprendente como las televisiones en este país maltratan a las series y por ende al espectador que quiere verlas.
Pero en fin, dejémoslo como cosas imposibles que nunca tendrán arreglo mientras las televisiones que no son de pago viven de los anuncios y la publicidad y vayamos al meollo de lo que quería hablar.

El argumento de estos 4400 se resume en que durante los últimos 60 años han desaparecido 4400 personas por todo el mundo, abducidas por una especie de luz y ahora en la actualidad han reaparecido de golpe todas esas 4400 personas en la zona del estado de Washington sin envejecer un ápice y sin saber donde han estado o que les ha sucedido. Pese a que en un principio son retenidos al final los sueltan para que vuelvan a sus vidas o lo que quedan de ellas pues en muchos casos han pasado muchos años y los familiares y amigos o están muertos o han rehecho sus vidas. Y mientras los 4400 se van adaptando a este mundo moderno algunos descubren que les ocurren cosas, han desarrollado algún poder, uno tiene poder sobre la energía vital siendo capaz de curar o matar con un toque, otro es telequinético, otra niña es capaz de ver el futuro, otro de ser un gigas se convierte en un experto luchador que ya quisiera el Capitán América o Batman. A su vez todos ellos son investigados por el departamento de seguridad Homeland de los Estados Unidos y en especial por una pareja de investigadores que tratarán de desentrañar que se oculta tras la desaparición de los 4400 y porque han vuelto.

El ver esta serie me ha recordado mucho en ciertos aspectos a la serie de cómics Rising Stars de JM Straczynski creador también de la serie de TV de culto Babylon 5 y actual guionista de los comics Amazing Spiderman y Fantastic Four.
En Rising Stars teníamos que hace unos 25 años un cometa chocaba en un pueblecito típico americano, y todos los críos que estaban en periodo de gestación o que fueron concebidos en ese momento desarrollaban una serie de poderes también diferentes.
En Los 4400 como en Rising Stars se toca el mismo tema, que ocurre en el mundo real cuando una serie de sujetos de repente desarrollan una serie de poderes sobrehumanos, cómo reaccionan esos sujetos, cómo lo hace la gente normal que los rodea, en qué cambia el mundo. Aparte en ambos se mantiene un misterio, en los 4400 es la luz que los abdució y por qué los ha devuelto. En Rising Stars el misterio del origen del cometa y cual es la razón de que les otorgase poderes a los niños no natos.
Pero pese a que parten de la misma base y coinciden en ciertos aspectos del desarrollo, en otros aspectos difieren o recalcan más determinados temas que la otra.
Así en Rising Stars el control de gobierno que hacía sobre los niños, el investigarles e utilizarles en nombre de una falsa seguridad nacional que más bien deberíamos llamar investigación armamentística es mucho mayor que en los 4400 donde el papel del gobierno es casi meramente testimonial (por lo menos en lo que he visto hasta ahora, que no dudo que en las siguientes temporadas ese punto argumental sea explotado) y no es presentado con una cara demasiado amable. Straczynski incluso recalca y hace más obsceno si cabe ese control gubernamental en lo que casi podríamos llamar un reciclaje de argumentos e ideas que es su otra serie en los cómics, Supreme Power, la actualización del Escuadrón Supremo marveliano (o como es vista la Liga de la Justicia de la DC Comics en el universo Marvel) donde vemos la manipulación por varías administraciones de la vida de un personaje de poder inmensurable cuya vida es una mentira total construida por el gobierno para que actué según sus fines e intereses.

Y comparar los 4400 con Rising Stars me lleva a otra conclusión y es que cada vez más la frontera entre TV y cómic es más difusa, sobre todo en un determinado género que antes estaba prácticamente virgen o se desarrollaba de manera infantil o de forma humorística. Me refiero al género de superhéroes.
Argumentos que antes solo veíamos desarrollar en esos tipos de comics ahora son comunes en la TV y es que porque se den una serie de características, llamémosles superpoderes o habilidades poco comunes, no hace falta revestir a los protagonistas de uniformes de chillones colores o nombre claves raros como es el caso de Rising Stars en los comics o series de TV como estos 4400, Buffy Cazavampiros, Alias, Embrujadas y un cada vez más largo etcétera que no dejan de ser tebeos de superhéroes.

Aunque una parte de mi siempre se lamentará por no ver a Jennifer Gardner o Rose McGowan con trajes de licra ajustada, sniff (Por favor, consideren este último comentario como un momento babosillo del autor).

domingo, diciembre 11, 2005

Es la hora de las compras 2

Si el mes pasado contábamos lo que compré para el Salón del Manga este mes toca lo del Expocómic de Madrid. La lista de esta última ha sido más extensa y de nuevo Planeta se lleva la palma, más que nada por la inundación de novedades con respecto a otras editoriales.
Esto es lo que he terminado comprando:

Dampyr #1, de Mauro Boselli, Maurizio Colombo y Majo. Aunque en realidad no es una novedad de Expocómic, pero ha salido a la venta al mismo tiempo y por ser novedad lo incluyo. Hace unos días escribí un post extenso sobre esta serie, por lo que los interesados ya saben a donde dirigirse para un análisis de la misma en profundidad.

XIII 17: El oro de Maximiliano, de W. Vance y J. Van Hamme. Al igual que Dampyr esta no es tampoco una novedad dirigida a Expocomic, pero por casi coincidencias de fechas también la incluyo. También hable de ella haces unas semanas en el blog, los interesados vayan aquí.

Animal Man 3: Deus ex Machina, de Morrison y Truog. Con este tomo se acaba la etapa de Morrison en la serie de Buddy Baker. Una más que interesante reflexión sobre determinados aspectos del mundo del cómic visto desde dentro.

Y, el último hombre #1, de Brian K. Vaughan y Pia Guerra. Planeta retoma la edición de la serie allí donde lo dejó Norma Editorial. Es una gozada reencontrarse con Yorick que tras tantos meses uno tenía mono de esta serie. Cada vez que la leo siempre pienso lo mismo. Esto sería una serie de TV cojonuda.

DC: The New Frontier #1, de Darwyn Cooke. Aunque por razones de dinero y selección no pensaba pillármela hasta dentro de unos cuantos meses, la casualidad de que mi cumpleaños ha sido en estas fechas ha hecho que al final esta obra llegase como regalo por el mismo. Interesante reimaginación de los personajes de DC vistos desde una perspectiva retro pero partiendo del respeto y el cariño a los personajes.

Los muertos vivientes: Muchos kilómetros a las espaldas, de Kirkman, Charlie Adlard y Cliff Rathburn. De esta también hable el otro día aquí.

Rising Stars: Acto final, de J. Michael Straczynski y Brent Anderson. Los últimos números que dan el cierre a esta serie. La verdad que he dudado mucho en comprármelo o no. Hace tanto tiempo que salieron los números anteriores y tras el parón obligado debido a la falta de números disponibles por publicar había perdido interés por esta serie además que tampoco recordaba mucho en que había quedado la cosa argumentalmente. Al final casi por completismo me he hecho con ella, más que nada por curiosidad de ver la conclusión que le da Straczynski a la historia.

The Spider, de Don MacGregor y Gene Colan. Este ha sido un salto a ciegas, debo reconocer que no había oído hablar de este y tampoco se de lo que iba, pero si esta dibujado por Gene Colan entonces tienen en mi a un comprador seguro y aún pese a que Don MacGregor como guionista me parece un pelín coñazo con sus cajas de textos superfluos y aburridos, pero si por escritura no disfruto al menos se que me voy a deleitar con los lápices directos de Colan con los que está dibujada esta obra.

Noche de Cine: La Momia y Sanjuro


Anoche sábado tocó sesión de DVDs. Empezó la noche con La Momia de Boris Karloff, la clásica película de 1932. De estas películas clásicas de la Universal creo que he visto muy pocas en realidad, así a bote pronto solo recuerdo el Drácula de Bega Lugosi y el Frankestein también de Karloff. Y la verdad que estaba disfrutando mucho de la película, la mirada de Karloff llega a ser realmente inquietante, pero por desgracia a mitad de la peli el disco empezó a fallar, ralentizándose la imagen en un par de pistas y como tampoco iba a saltarme el nudo para pasar directamente al desenlace de la película tuve que dejar de verla. Esperemos que en la biblioteca tengan otra copia en buen estado y sino la pondré en la lista de DVDs a comprar que creo que merece la pena tenerla.

Tras el chasco de la Momia pasamos al segundo plato de la noche, Sanjuro de Akira Kurosawa. Ya hacía bastantes meses que no me metía entre pecho y espalda una película japonesa desde que hace ya casi un añito descubrí el cine nipón y más especialmente el clásico y concretamente el de Kurosawa.
De Sanjuro diré que no es desde luego una de las obras maestras de Kurosawa como pueden serlo muchas de sus películas, pero no por ello no deja de ser un buen vehículo de entretenimiento.

Es una historia de samuráis protagonizada por Toshiro Mifune en la que un ronin ayuda a un grupo de samuráis algo ineptos, todo hay que decirlo, a liberar a su señor que se ha visto hecho prisionero por unos funcionarios corruptos.
La trama y el personaje que interpreta Mifune me recordaban mucho al protagonista de esa maravilla que es Yojimbo, en especial ciertos toques de humor, la forma en que el Ronin hace bailar el agua a su favor a todo el mundo. Y no era casualidad ese parecido ya que en realidad son el mismo personaje en ambas películas y es que Sanjuro, para mi sorpresa, es una secuela, la secuela de Yojimbo.
Casi casi podríamos decir que estamos ante una franquicia cinematográfica de los años 60 aunque por lo que he podido ver viendo la filmografía de Mifune solo interpretó a este Ronin en estas dos películas y me parece una pena, porque se podría haber sacado más jugo al personaje, uno no puede dejar de preguntarse sobre su pasado, como llegó a ser un Ronin, etc, etc.

Aunque quizás ese desconocimiento de su pasado sea parte de su atractivo, como el Lobezno de los comics, y el mero hecho de indagar en él solo llevaría a romper el encanto que rodea al personaje.
Dejémoslo así pues.

miércoles, diciembre 07, 2005

Kelsey Grammer, alias La Bestia


Cuando hace unos cuantos meses se anunció el casting para los nuevos personajes de la película X-Men 3 no cabía de gozo al enterarme que Kelsey Grammer interpretaría a la Bestia. Y es que no puedo imaginarme mejor actor para interpretar a un personaje tan entrañable como es Hank McCoy. Esa especie de oso de peluche gigante o wookie azul de verborrea incontenible y gran sentido del humor.
A Kelsey Grammer le hemos podido ver interpretar en la serie Frasier a tan curioso psiquiatra que guarda rasgos de personalidad parecidos al Hank McCoy de los cómics por lo que en este aspecto no se nos hacía difícil imaginarnos a Grammer en la piel, y nunca mejor dicho, de la Bestia.
Ahora bien, el problema que yo veía era en cuanto a la caracterización física, y es que se hacía difícil ver a un tipo como Grammer con el aspecto de la Bestia sin utilizar CGI que no iba a ser el caso y hay películas en las que el maquillaje no hace justicia en la traslación del papel a la realidad.
Pero vistas las primeras fotos oficiales han desaparecidos todas mis dudas, y el maquillaje que han puesto a Kelsey Grammer me parece fantástico, la Bestia tiene un aspecto increíble.
La marcha de X3 del director Brian Singer para hacer la película de Superman y el baile de directores de Matthew Vaughn a Brett Ranner hizo sonar todas las alarmas de que la franquicia cinematográfica de la Patrulla-X iba a perder todos los logros que se habían conseguido con el par de películas de Singer, pero viendo todas estas imágenes uno no puede más que ilusionarse de nuevo y volver a esperar lo mejor.
De todas maneras ya nos queda menos para poder comprobarlo.

Los Muertos Vivientes. Caminando entre Zombies


Los que me leen saben de mi debilidad por Robert Kirkman, pero que le voy a hacer si todo lo que leo de este hombre me parece excelente o por lo menos que sintoniza con mis gustos. Invencible, Marvel Team-Up y demás series suyas son de lo que más disfruto cada mes, tanto que en vez de seguir su edición española o al tradepaperback recopilatorio americano correspondiente las compro mensualmente para no tener que esperar.
Con de Walking Dead o Los Muertes Vivientes como la han bautizado por estos lares, no lo hago y estoy siguiendo la edición de Planeta DeAgostini, pero poco me falta para subirme al carro de la serie mensual yankie porque esta es una de las series más interesantes que te puedes encontrar más allá de los tipos de calzoncillos largos de colores.

Y precisamente eso es un punto a favor de Kirkman, siendo prácticamente toda su producción superhéroes y habiendo demostrado lo bién que los conoce y como domina las teclas del género uno podría pensar que es fruto de la casualidad y que en otros géneros bien no debería repetirse ese éxito ya que quizás más allá de los supertipos no tenga nada original que contar. Todo lo contrario.


Walking Dead o los Muertos Vivientes parte de los más sobados argumentos de las películas de zombies, hasta aquí vale, te podrá gustar más o menos este esquema, ver a unos tíos medio descompuestos obsesionados con morder todo ser vivo que se les cruce por delante mientras los pocos supervivientes vivos que quedan pierden el culo para sobrevivir mientras van cayendo uno a uno.
En los Muertos Vivientes también vas a encontrarte con esto, pero no va a ser lo más importante ni lo que define a la serie, no señor, aquí lo importante son los personajes, como viven, como se comportan y como reaccionan en un mundo que se ha ido al infierno. El qué paso o por qué aparecieron los zombies no importa, ni siquiera lo han explicado en los números que he leído y la verdad que llega un momento que ni te importa esa explicación.
Los zombies mismos quedan en un segundo plano, solo te importan Rick, Lori, Carl, Tyreese, Dale, Donna y demás personajes, su día a día, como se relacionan entre ellos y como evolucionan, en ocasiones de manera tan sorprendente y tan humana pese a los deshumanizado del ambiente, seres humanos puestos en una situación límite, luchando por una supervivencia que no es fácil porque más allá de los zombies aún queda lo más difícil, la convivencia de los unos con los otros, formas de actuar y relacionarse que no tendrían nada que ver con como lo harían en circunstancias normales, amor, odio, infancia, ética, envidia, amistad, sexo, se ponen a prueba y se redefinen constantemente, las reglas con las que se valían antes ya no sirven, hay que crear nuevas reglas.

Y todo ello rodeado de la más absoluta incertidumbre, porque nunca sabes que pasará a continuación, que espera a la vuelta de la esquina y si los personajes sobrevivirán a ello. Y esto es otra de las grandes bazas de la serie, el no dar nada ni a nadie por asegurado, porque cuando menos te lo esperes Kirkman se puede cargar a un personaje, y ningún, ningún personaje está libre de morir en cualquier momento.

El apartado gráfico de la serie también es muy acertado, tanto por el primer dibujante Tony Moore como su sustituto a partir del séptimo número Charlie Adlard que saben transmitir el desasosiego del ambiente y de los personajes, todo ello perfectamente narrado y en un inquietante blanco, negro y grises que viene ni que pintado para esta serie.

No se a ciencia cierta cuanto podrá dudar la serie antes de caer en la repetición y el cansancio, pero por ahora no hay signo de ello y es que pese a lo limitado que podía parecer el leit motiv de la serie el análisis sobre los seres humanos y su comportamiento que hace Kirkman da muchísimo juego y da para cientos y cientos de historias. O al menos los fans de The Walking Dead eso esperamos.