Por fín. Ya me falta menos. Un par de capítulos más y habré terminado de leerme el 2º tomo de Green Lantern/Green Arrow de Denny O’Neil y Neal Adams.
Compréndame, para mi acabarlo se va a convertir en toda una proeza, si tenemos en cuenta que desde que compre los tomos en noviembre del año pasado, casi he tardado un año entero en leerlos. Y es que no podía pasar de las 4 páginas leídas cada vez que me ponía a ello.
Tiene bemoles la cosa. Uno esta ansioso por leer una obra que marco época en su día y de la que solo había podido leer un par de historias en el Clásicos DC de Zinco (curioso que Planeta haya recuperado esta nomenclatura para su edición de, valga la redundancia, clásicos DC) y cuando tras mucho tiempo esperando a que saliese en los “Yunites Estates” una edición económica al fin consigo estos tebeos, se me hagan los mismos casi, casi intragables.
Y no es porque no sepa valorar los tebeos antiguos. Todo lo contrario, cada día que pasa creo que me gustan más lo que se publicaba antaño maricastaña que muchas de las cosas que salen hoy en la actualidad (si, soy carne de Biblioteca Marvel y de la ya mencionada línea de clásicos de Planeta). Además Neal Adams me encanta como dibujante, si hubiera que poner en el diccionario una foto de un dibujante de comics de superhéroes, la de Neal Adams no sería una mala elección (y la de Jack Kirby, John Romita, Steve Ditko, etc, etc). Y otras obras del tandem O’Neal y Adams como puede ser su Batman la disfruté mucho al leerla en su día. ¿Entonces que diablos me pasa con Green Lantern/Green Arrow?.
La respuesta es ni nada más ni menos que no es lo mismo leer estos tebeos traducidos al español que leerlos en su versión original. Mi ingles no es malo, creo yo en mi humilde opinión, pero es que O´Neil utiliza una manera de hablar, un léxico, unas palabras tan setenteras y pasadas de moda que no hay dios que se entere de lo que dicen en ocasiones los personajes. Con lo cual tienes que estar constantemente parando la lectura para mirar el diccionario, pero claro, en muchas ocasiones la palabra es una jerga pasada de moda hace 20 años y en el diccionario no viene para más inri. Con lo que al final tienes que conectar el ordenador y buscar por los internetes de dios algún diccionario especializado donde encontrar al fin el significado de la palabreja de marras. Pero claro, con esto ya has perdido 10 minutos y cuando dos líneas más adelante encuentras otra palabreja y te encuentras otra vez en las mismas, ya al final coges el tebeo y lo mandas a tomar por saco o te dedicas a ojearlo directamente viendo lo bien que dibuja el condenado de Neal Adams.
Casi me dan ganas de leerme en V.O. el Batman de ambos para ver si mi adoración también se convierte en odio, porque es que vamos, cada vez que Oliver Queen se pone a hablar yo ya empiezo a temblar.
Para rematar la faena ando estos días leyendo el actual arco de Astro City, ambientado precisamente en los años 70 y me estoy encontrando con el mismo problema (no sabía yo cuantas formas hay para nombrar a una persona oriental de forma despectiva en pitinglis, oiga).
Había una canción hace unos pocos años que decía “Give me please, give me the 70’s”, en mi caso se le añade “a ser posible con un buen diccionario al lado o menos jeringozas a la hora de hablar”.
Compréndame, para mi acabarlo se va a convertir en toda una proeza, si tenemos en cuenta que desde que compre los tomos en noviembre del año pasado, casi he tardado un año entero en leerlos. Y es que no podía pasar de las 4 páginas leídas cada vez que me ponía a ello.
Tiene bemoles la cosa. Uno esta ansioso por leer una obra que marco época en su día y de la que solo había podido leer un par de historias en el Clásicos DC de Zinco (curioso que Planeta haya recuperado esta nomenclatura para su edición de, valga la redundancia, clásicos DC) y cuando tras mucho tiempo esperando a que saliese en los “Yunites Estates” una edición económica al fin consigo estos tebeos, se me hagan los mismos casi, casi intragables.
Y no es porque no sepa valorar los tebeos antiguos. Todo lo contrario, cada día que pasa creo que me gustan más lo que se publicaba antaño maricastaña que muchas de las cosas que salen hoy en la actualidad (si, soy carne de Biblioteca Marvel y de la ya mencionada línea de clásicos de Planeta). Además Neal Adams me encanta como dibujante, si hubiera que poner en el diccionario una foto de un dibujante de comics de superhéroes, la de Neal Adams no sería una mala elección (y la de Jack Kirby, John Romita, Steve Ditko, etc, etc). Y otras obras del tandem O’Neal y Adams como puede ser su Batman la disfruté mucho al leerla en su día. ¿Entonces que diablos me pasa con Green Lantern/Green Arrow?.
La respuesta es ni nada más ni menos que no es lo mismo leer estos tebeos traducidos al español que leerlos en su versión original. Mi ingles no es malo, creo yo en mi humilde opinión, pero es que O´Neil utiliza una manera de hablar, un léxico, unas palabras tan setenteras y pasadas de moda que no hay dios que se entere de lo que dicen en ocasiones los personajes. Con lo cual tienes que estar constantemente parando la lectura para mirar el diccionario, pero claro, en muchas ocasiones la palabra es una jerga pasada de moda hace 20 años y en el diccionario no viene para más inri. Con lo que al final tienes que conectar el ordenador y buscar por los internetes de dios algún diccionario especializado donde encontrar al fin el significado de la palabreja de marras. Pero claro, con esto ya has perdido 10 minutos y cuando dos líneas más adelante encuentras otra palabreja y te encuentras otra vez en las mismas, ya al final coges el tebeo y lo mandas a tomar por saco o te dedicas a ojearlo directamente viendo lo bien que dibuja el condenado de Neal Adams.
Casi me dan ganas de leerme en V.O. el Batman de ambos para ver si mi adoración también se convierte en odio, porque es que vamos, cada vez que Oliver Queen se pone a hablar yo ya empiezo a temblar.
Para rematar la faena ando estos días leyendo el actual arco de Astro City, ambientado precisamente en los años 70 y me estoy encontrando con el mismo problema (no sabía yo cuantas formas hay para nombrar a una persona oriental de forma despectiva en pitinglis, oiga).
Había una canción hace unos pocos años que decía “Give me please, give me the 70’s”, en mi caso se le añade “a ser posible con un buen diccionario al lado o menos jeringozas a la hora de hablar”.
1 comentario:
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