Angel 5º Temporada

He tardado lo mío en hacer esta reseña, pero es que no ha sido nada fácil el hacerla. Querría haber podido hacer una crítica fría y aséptica, pero me temo que la vertiente emocional se ha impuesto y no voy a poder ser para nada imparcial.

Lo reconozco pública y abiertamente, aplaudo a rabiar todo (o casi todo) lo que sale de la desquiciada cabeza de Joss Whedon, sus series de televisión me parecen de lo mejor que se han podido ver en la pequeña pantalla en los últimos años y el que me haya tragado esta quinta temporada de Angel en apenas 3 días es prueba de ello cuando normalmente las series de TV en DVD me gusta estirarlas bastante. Quizás el que fuera la última temporada de Angel y la última palabra “televisiva” del Buffyverso haya tenido mucho que ver en ello.
Y es que tenemos una temporada emocionante, divertida, emotiva y muy densa, un bonito epitafio a unos personajes que nos han acompañado y de los que nos hemos encariñado durante los últimos cinco años.

Por estas fechas la serie de Angel se había convertido en el único exponente del Buffyverso en la tele tras el fin de la serie de Buffy, y vaya si saben aprovechar este hecho, retomando a uno de los personajes más carismáticos y cierto background de la serie madre. Nos adentramos en esta quinta temporada partiendo del punto de inflexión que supuso el último episodio de la temporada anterior con Angel y compañía uniéndose a los chicos malos, de trajes caros y lujosos despachos de Wolfgram & Hart.
Y con este terreno así abonado tenemos una temporada muy movidita y variada para todos nuestros personajes, nuevas alianzas, nuevas traiciones, nuevas relaciones, toda una batidora emocional que nos lleva hasta el fatídico final de temporada y serie.
Mezclando los episodios divertidos y cómicos como los de la fiesta anual de Wolfgram & Hart que prepara Lorne, en la dura vida como secretaria de Harmony, la visita a Roma a Buffy o ese especie de Angel vs Barrio Sesamo que es “Smile Time” con momentos dramáticos que te dejan el alma en un puño, como “You’re welcome” de sorprendente e inesperado final, o “A hole in the world” en donde Whedon nos vuelve a hacer un Tara (Tara: dícese de un recurso argumental en el que se mata a un personaje muy querido para el espectador cuando este está pasando por un momento de felicidad largamente anhelado). Toda la magnífica línea argumental de Illyria, que desemboca en el poético final de “Shells”. Terminar la temporada en este episodio ya hubiera sido un puntazo, pero por desgracia los directivos de la cadena americana WB decidieron a última hora no renovar un año más la serie, por lo que durante los siguientes episodios tenemos una avalancha de nuevos conceptos e ideas que dejan al espectador sin respiro y ni un solo momento para reponer el aliento.
Los dos últimos episodios con todo el asunto del Círculo del Espino Negro ya merecían de por si toda una temporada para ser tratado, pero aún con los pocos episodios que hay para desarrollar todas las ideas y argumentos nuevos la cosa queda al final bastante bien presentada para el gran episodio final.

“Not fade Away” es un episodio atípico por decir algo. Una forma original de terminar la serie que sin duda a algunos les gustará y otros lo aborrecerán.
Un final sin ser un final porque la verdad no es necesario, los espectadores podemos imaginarnos el desenlace y aunque nos escamoteen la gran batalla final este episodio ya tiene sus grandes dosis de épica y sentimientos, momentos que te ponen los pelos de punta; la batalla mágica entre Cyvus Vail y Wesley, la furia de Illyria, el final bajo la lluvia torrencial que cae sobre el callejón mientras llegan los pocos que han sobrevivido al enfrentamiento con los miembros del Círculo del Espino Negro.

La serie de Angel aún tenía mucho que decir, una verdadera pena su súbita cancelación. Pero quién sabe, quizás el día menos esperado en alguna oscura callejuela de Los Angeles nos volvamos a encontrar con un torvo y alto personaje vestido de negro y podamos saber que pasó después.