domingo, diciembre 02, 2007

To Expocomic and back

Al final me animé y dos años después de mi última visita me volví a dar un garbeo por Expocómic en un viaje relámpago a Madrid.

Y la cosa empezó bien, la última vez el acceso al recinto ferial se convertía en un auténtico deporte de aventura con las obras y la pasarela que había que cruzar, ahora con las obras terminadas el acceso es muy cómodo y fácil con lo que algo hemos ganado.

El recinto es el de siempre en las últimas ediciones, el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo, personalmente no es que me guste mucho el sitio, un poco pequeño para mi gusto, pero desde luego está a años luz del Palacio Conde Duque, con aquella carpa en el patio, la lluvia, la condensación y el mal olor que hizo a Expocómic ganarse el apelativo de “Expocutre.”

Llegué a eso de la 10 y media de la mañana y no sabía si iba a encontrar mucho ambiente pues siempre había ido los viernes y era la primera vez que iba en un sábado. Las primeras horas se podían recorrer los pasillos entre stands con bastante comodidad y sin chocar con nadie pero a medida que pasaban las horas comenzó la marea humana que en ocasiones convertía en una verdadera odisea poder recorrer un pasillo y no digamos por la tarde cuando hubo momentos que el recinto estuvo realmente petado, y menos mal que dieron el aire acondicionado, porque si no, con el calor, la marea humana y el olorcillo que suelen producir las grandes aglomeraciones eso no hubiera quien lo aguantase.

En cuanto a Stands, bastante bien y variados, ya sean de las editoriales o de tiendas particulares, había suficiente variedad para que cualquier persona encontrase algo que le gustase, yo por mi parte compré más de lo que tenía pensado en un principio y es que hubo un stand que tenía comic-books americanos antiguos que hizo el agosto conmigo, pero es que como coleccionista no me pude resistir a cosas como tener el primer número de la primera serie regular de Moon Knight, un número de Iron Fist de Claremont y Byrne, todos los números que hizo Kirby para 1st Issue Special o el 200 de Captain America con el final de la saga de la Bomba Loca, aparte y por puro frikismo en otro puesto me compre el primer número de los Vengadores que publicó comics Fórum pese a que ya lo tenía en su segunda edición pero siempre había querido tener la edición original cosa que al fin conseguí (eso sí, mi actual santo grial comiquero, el 112 del volumen 1 de los 4 Fantásticos no lo vi por ningún lado). Algún otro tomo que me faltaba completaron las compras comiqueras.

La zona de exposiciones como siempre están en el segundo piso, y como siempre está muy mal indicado donde están las escaleras para acceder al mismo.
Este Expocómic ha tenido las exposiciones que más me han gustado de todas las ediciones que he visitado, solo por eso ya merecía la pena venir.
Muy interesante la de Bienvenido Mr. Marshall sobre los primeros comics americanos que se publicaron en España en los años 30 y 40.
Las páginas originales de Tirso Cons también estaban muy bien y eran muy ilustrativas, que habilidad tiene el tío.
Pero el plato fuerte sin duda alguna para mi fueron las de las exposiciones dedicadas a “La Odisea” de Martín Saurí y la de “Fábulas” de Mark Buckinham.

Realmente sorprendido me he quedado con el arte de Saurí, debo reconocer que no conocía su obra ni ésta adaptación de “La Odisea” que ocupaba la exposición, un craso error por mi parte, que pienso enmendar en una próxima visita a la librería especializada, ¡pero que maravilla!, que control de los negros, de las tramas, te quedabas extasiado minutos y minutos mirando las páginas, realmente sorprendentes. Hacía a uno preguntarse si Frank Miller conoce esta obra y si acaso a la hora de hacer 300 la usó como referencia.

La de Buckingham con páginas de Fables era muy curiosa, la verdad que hay diferencia de ver el trabajo de un autor tal como aparece publicado en un cómic a como realmente lo concibe en la página original, no hay color realmente, se pierde un montón en la reproducción y no hace justicia al original. Y para muestra solo había que pasearse entre plancha y plancha.

Y ya que estamos con originales, en el piso de las exposiciones había un lugar donde se vendían páginas originales de los autores invitados este año a Expocomic.
Hacía mucho tiempo que no salivaba tanto como mientras echaba un vistazo a las páginas puestas en venta, había algunas del Fábulas de Buckingham o de Walking Dead de Adlard que me produjeron un efecto de canto de sirena que no podía resistir, por desgracia ya había comprado los comics antes y ya no me podía permitir el precio que tenían estas.
Pero cuando ya me iba a marchar desilusionado por no poder comprar un original me fije que había un montón de páginas de Phil Hester y Ande Parks marcadas al precio de 20 €, la diferencia con las caras era que en ellas no aparecía ningún personaje principal, de todas ellas las qué más me gustaron era una procedente de “ Green Arrow” donde salía Ladrillo y la que finalmente me compré, una del cuarto número “The Irredemeeble Ant-man”, una página fantástica donde sale el agente de SHIELD psicópata y que se ha convertido en mi primera página original. Es curioso eso de coger el original por un lado y a su lado el cómic por la página correspondiente, como dije un poco más arriba, se pierde mucho entre la página original y la página impresa. Muy curioso.

Con respecto a las charlas y las firmas aquí Expocómic es donde tiene su mayor escollo y se convierte en Expocaos.
El problema es que deberían hacerlo en un lugar cerrado y no en el escenario, y si no el ejemplo del encuentro con los autores del sábado por la tarde, el recinto estaba lleno a reventar, con lo que entre el ruido de toda la gente, la música de algún stand cercano y la maldita megafonía que cada vez que anunciaba algo interrumpía a los contertulios, era imposible seguir mínimamente la charla, amén que no se oía que decían (o por lo menos en las filas de atrás no conseguíamos enterarnos), si incluso se oía más el micrófono que el público utilizaba para hacer preguntas que el del escenario.
Aparte que la mitad de las sillas habilitadas para el escenario estaban ocupadas por gente a las que les importaba un pepino la charla y que solo buscaban un lugar donde poder sentarse y descansar un rato, con lo que pasamos al otro gran problema de expocómic, ¿por qué no habilitan una zona de descanso, donde la gente pueda sentarse cómodamente a descansar, comer o lo que sea?. Aquí se echo mucho de menos aquella vez que se celebro en el Palacio de Deportes de la CCAA de Madrid, donde podías descansar sentado en la gradas.

En definitiva, que mirando los pros y los contras de esta edición, este ha sido el segundo mejor expocómic al que he asistido, tiene cosas por pulir y mejorar, pero pese a todo estuvo bastante bien con lo cual me parece que para la próxima no voy a esperar dos años para volver

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