Desde la primera aparición de Superman allá por 1938, las variaciones del género han sido muy variadas evolucionando de tal manera que ya casi no hay nada nuevo bajo el sol y encontrar giros y matices que no hayan sido aún utilizados anteriormente es casi improbable pero no imposible.
Invencible no es un caso de innovación, pero la verdad que eso no importa.
Se nota que el creador de la serie Robert Kirkman, se ha leído muchos tebeos y que ha sabido captar lo que les hace funcionar porque hacer de una serie nacida de un montón de clichés demasiado sobados y vistos por el lector una de las mejores colecciones de superhéroes que pueblan el mercado americano es algo digno de reconocimiento.
Pero, ¿de que va Invencible?. Su leit motiv no deja de ser sencillo, qué pasaría si un personaje como Superman tuviese un hijo. De esta manera tenemos a Omniman un alienigena que llegó en los 80 a la Tierra y que se caso con una terrícola comenzando una vida al puro american way of life . Ambos tuvieron un hijo, Mark Grayson que al llegar a la adolescencia por fin desarrolla los poderes de su herencia paterna. De esta manera empieza el aprendizaje del muchacho en el negocio superheroico con todos los clichés que ello conlleva, desde experimentar los poderes a hacer las primeras patrullas en busca de criminales, el difícil trance de encontrar un nombre (que por si no se han dado cuenta por el título de la serie es Invencible) y un traje acordes con uno mismo, cierto complejo de inferioridad que tiene el protagonista frente a los vastos poderes de su padre en comparación con los suyos, que tu mejor amigo descubra que tienes poderes, los problemas que da tener una doble identidad, el primer supergrupo al que te unes, descubrir que tu profesor de física en el Instituto es en realidad un supervillano o que tu compañera de clase también resulte ser una superheroina, lo típico de la adolescencia.
Otro autor podría hacer de todo lo anterior algo aburrido por lo trillado del tema, pero Kirkman lo explota de manera divertida, aunque sin caer en la parodia y con muchos guiños a los lectores habituales de los tebeos, que Onmiman sea un trasunto de Superman (pero con bigote), que el primer grupo al que se une Mark recuerda a los New Warriors, que los Guardianes Globales son en realidad la Liga de la Justicia de DC, el cómic que lee Mark, Science Dog y la divertida charla que tiene en una sesión de firmas con el creador del mismo, etc, etc.
La serie podría correr el peligro de estancarse en algún momento de seguir este camino de revisionismo, quizás por ello Kirkman también se arriesga y sorprende al lector con giros argumentales inesperados como el que sucede en el undécimo número, donde la trama da un giro 180 grados cuando Mark descubra algo que hace tambalear el status quo de la serie inexorablemente.
La serie podría correr el peligro de estancarse en algún momento de seguir este camino de revisionismo, quizás por ello Kirkman también se arriesga y sorprende al lector con giros argumentales inesperados como el que sucede en el undécimo número, donde la trama da un giro 180 grados cuando Mark descubra algo que hace tambalear el status quo de la serie inexorablemente.
Todo ello plasmado por Cory Walker que le viene muy bien al estilo de la serie, con una línea funcional y sin sombras dejando mucho a la participación del colorista Bill Crabtree que da la textura y volumen finales.
Por desgracia la rapidez de Walker le hace imposible seguir el ritmo de publicación mensual de la serie por lo que tiene que abandonarla en el séptimo número. A partir del siguiente se va a encargar del dibujo Ryan Ottely, con un trazo muy similar al de Walker, de manera que tras un par de vacilantes números te hace olvidar al dibujante original completamente.
Por desgracia la rapidez de Walker le hace imposible seguir el ritmo de publicación mensual de la serie por lo que tiene que abandonarla en el séptimo número. A partir del siguiente se va a encargar del dibujo Ryan Ottely, con un trazo muy similar al de Walker, de manera que tras un par de vacilantes números te hace olvidar al dibujante original completamente.
Es curioso ver que Invencible que nació como una serie dentro de una nueva línea de tebeos de superhéroes de la editorial Image sea la única sobreviviente de la misma o por lo menos la única que sigue apareciendo en las librerías de manera periódica.
Otro síntoma de su buena salud es que los primeros números son ya dificilísimos de encontrar y que las colecciones recopilatorias de sus números se van sucediendo a buen ritmo.
Aparte de que la Paramount ha comprado los derechos del cómic para hacer una futura película con Robert Kirkman colaborando en el guión de la misma lo cual da esperanzas de que al menos será fiel al original.
Otro síntoma de su buena salud es que los primeros números son ya dificilísimos de encontrar y que las colecciones recopilatorias de sus números se van sucediendo a buen ritmo.
Aparte de que la Paramount ha comprado los derechos del cómic para hacer una futura película con Robert Kirkman colaborando en el guión de la misma lo cual da esperanzas de que al menos será fiel al original.
Invencible para este servidor es una de las mejores series de superhéroes que se publican en la actualidad, además de una lectura muy entretenida que en definitiva a los fans de los tebeos de superhéroes (y puede que a los que no los son) les dejará muy buen sabor de boca y esa sensación de satisfacción y dinero bien gastado que cada vez se hace más difícil de encontrar leyendo tebeos. Y eso no es poco.
1 comentario:
muy buena, si señor.
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