Tengo que reconocer mi absoluta fascinación y devoción por Planetary. Y eso que si nos fijamos en sus características a priori no vamos a encontrar nada realmente novedoso que no hayamos visto antes.
Una organización que se dedica a desentrañar los misterios del planeta, una especie de arqueólogos de lo imposible formados por Elijah Snow el típico personaje de carácter, toneladas de mala leche y pasado misterioso; Jakita Wagner dura, invulnerable y vestida en cuero negro con pinta de dominátrix y Drummer el experto en tecnología que parece que la moda grunge de los 90 no ha pasado para él. A esto le añadimos una teoría de la conspiración y ya tenemos el producto listo para su consumo.
Lo dicho, este concepto lo hemos visto mil veces en cine, TV o cómic pero el guionista de la serie Warren Ellis es un tipo listo, pero que muy listo.
Es capaz de hacer que unos personajes con roles muy sobados sean la mar de interesantes y que te enganches irremediablemente a la trama y la dinámica de la serie.
Pero la gran aportación de Planetary, el secreto de su éxito está en el homenaje, el guiño que los autores hacen al lector friki, al enamorado de la ciencia ficción, de los comics de superhéroes, la novela pulp y otras manifestaciones culturales afines.
Ellis desde su particular vision y de forma inteligente las hace una con este genial universo al que ha dado vida en Planetary.
En los números que han sido publicados hemos visto guiños a los personajes de las revistas pulp, las películas de monstruos japonesas, el cine made in Hong Kong de acción, Doc Savage, los 4 Fantásticos, el cómic de autor inglés de los 80, Superman, el cine de ciencia ficción de serie B de los 50, el increíble Hulk, Wonder Woman, Green Lantern, la estética de los tebeos de Jim Steranko, la Liga de los Caballeros Extraordinarios, el cine chino de artes marciales a lo Tigre y Dragón, Batman, H.P. Lovercraft, Tarzán y un largo etcétera más que seguro que me dejo o que debido a mis limitaciones culturales no he pillado.
Si a esto le añadimos el magnífico dibujo de John Cassaday que hace que un servidor babee sobre la página al ver sus maravillosas planchas entonces nos da como resultado un tebeo que todo seguidor de lo arriba mencionado tiene obligación de leer.
Si hay algo negativo que podamos decir, eso es la aperiocidad que ha tenido la serie en su país de origen que tuvo un parón importante y que ahora se nos presenta de forma más o menos trimestral. De todas maneras es un pequeño precio a pagar.
Si hay algo negativo que podamos decir, eso es la aperiocidad que ha tenido la serie en su país de origen que tuvo un parón importante y que ahora se nos presenta de forma más o menos trimestral. De todas maneras es un pequeño precio a pagar.
Les recomiendo que se pongan cómodos en su sillón favorito, sírvanse su bebida preferida y comience a desentrañar los misterios del universo en compañía del señor Snow.
1 comentario:
El gran problema que he encontrado a Global Frequency es esa falta de un hilo narrativo que diese una unidad argumental a la serie no como Planetary que pese a que todos los episodios son unitarios tiene una trama en segundo plano que se va desarrollando y enriquece a la serie.
Si Global Frequency hubiese tenido una historia en común hubiese ganado muchos enteros. De todas maneras tiene episodios muy entretenidos como el primero con el teleportador de bombas atómicas o el último número con el asalto a la central de la agencia.
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