martes, diciembre 27, 2005

Blood of the Demon, blood of John Byrne


No se si recordaran ustedes que hace un tiempo dediqué un post a John Byrne y a la particular relación amor-odio que tengo con su obra actual, comentando al final que el primer número de por entonces su nueva serie Blood of the Demon me había gustado especialmente.
Pues bien diez meses después ya tenemos publicados una decena de números de dicha serie y debo reiterar lo dicho. Lo estoy pasando muy bien con Blood of the Demon. Byrne es un autor que desde finales de los 70 bebió de las mieles del éxito, llegando a ser quizá de los primeros dibujantes que se encumbró en un “hot artist” tal como entendemos dicho termino hoy en día. Todo lo que hacía este hombre se vendía como churros, pero al final de los 90 cayó el velo que cubría los ojos a los lectores para darse cuenta que no todo lo que salía de su lápiz era oro.

Empezaba así una etapa de decadencia en la que junto a un montón de obras cuestionables como su etapa en Spiderman aparecían pequeñas joyas que levantaban la media de su calidad como el primer Superman & Batman: Generations.
Particularmente opino que el problema de Byrne es que no ha evolucionado como autor y que sigue haciendo los tebeos igual como los hacía hace 25 años, mientras que la forma de entender el cómic de los lectores si que ha evolucionado y por eso se produce tal choque a la hora de leer el Byrne actual, ponemos nuestra sonrisa condescendiente y decimos, “¡jobar!, con lo bueno que era este tío”, añorando sus obras pasadas cuando quizás en realidad no haya mucha diferencia entre estas y las actuales por lo menos en la forma de concebir el cómic. Lo que si que hay que reconocer es que gráficamente hay cierta dejadez en el Byrne actual, haciendo unas páginas rápidas y mal acabadas comparadas con sus trabajos pasados..
Pero volviendo a Blood of the Demon, particularmente aunque sigo pensando quizás erróneamente desde la nostalgia que me gustan más sus viejos trabajos, esta serie en particular es de lo más entretenido que ha hecho Byrne en los últimos años.

Es sabido de todos la especial predilección que tiene John Byrne por la obra de Jack Kirby y por ende de los personajes que creo el Rey. Si nos fijamos en la carrera de Byrne observaremos que casi siempre que puede retoma esos personajes o los conceptos que crease Kirby, desde su étapa en los 4 Fantásticos, en su Superman, sus números de Wonder Woman (donde ya trato allí a Etrigan) o directamente en el Cuarto Mundo ya fuera en la serie de los New Gods de los 90 o su continuación en el Jack Kirby’s Fourth World.
Por tanto no es de extrañar que uno de los proyectos soñados de Byrne siempre que le preguntaban en alguna entrevista que personajes le gustaría tocar saliese el nombre de The Demon.

Jack Kirby creo la serie en 1972 en su etapa setentera en DC Comics durando la misma 16 números.
Aquí Kirby crearía las bases del personaje, el demonio Etrigan y su particular idiosincrasia de ser un demonio poseído por un humano, Jason Blood. Los dos inmortales han sobrevivido al paso de los siglos y Kirby nos cuenta sus andanzas actuales en dicha serie junto a un grupo de personajes secundarios que rodean la figura de la contrapartida humana de Etrigan. Tras la cancelación de la serie como muchas otras creaciones de Kirby, los personajes popularon por diferentes cabeceras como personajes invitados llegando a protagonizar una serie limitada en los 80 por Matt Wagner y Art Nichols y una serie regular de 58 números en los 90 con Alan Grant y Garth Ennis a los guiones entre otros.
Tras una nueva serie limitada hace dos años, Demon: Driven Out, este años 2005 salió en las librerías una nueva serie regular del personaje Blood of the Demon con argumentos y dibujos a lápiz de John Byrne, haciendo los diálogos Will Pfeifer (interesante guionista sobre todo por su fenecida serie H.E.R.O. en donde actualizaba el concepto de Dial H for Hero) y a las tintas Nekros.
Byrne tiene una visión de la serie más cercana a Kirby que a las versiones noventeras de The Demon incidiendo en el lado aventurero de Jason Blood (al que por cierto Byrne le da cierto parecido con el actor David Boreanaz) y su particular alter ego el demonio Etrigan, metiéndolos en mil y un embrollos. De esta manera la serie comienza con Jason Blood viviendo en Gotham en donde su relación con Etrigan toma un interesante giro cuando el equilibrio y el control entre el humano y el demonio se rompa por las maquinaciones de un enigmático contrincante lo que llevará a Etrigan a crear el caos en la ciudad y si esta ciudad es Gotham claro esta que eso desembocará en un enfrentamiento con Batman al que se le unirán en los siguientes números Superman y Wonder Woman.
Jason Blood tratará de restablecer su equilibrio con la ayuda de viejos conocidos ya presentados en la etapa de Kirby como Randu y su esposa Anjeli, Harry Mathews y un nuevo personaje creado para la ocasión la detective de policía Sandra Kincaid.

Tras este arco argumental que dura los cinco primeros números, en los dos siguientes mientras los protagonistas buscan una cura para la nueva condición de Etrigan y Jason, estos se verán inmersos de manera gratuita en el crossover Day of Vengeance (pese a que se toque de manera tangencial lo que sucede en dicha serie limita si no la lees no pierdes el hilo de la historia) lo que lleva a Etrigan a enfrentarse al Espectro y dejando a Jason Blood en una comprometida situación que llevara al siguiente arco en dos números y cuya conclusión también entronca con el siguiente arco lo que parece que es la tónica de la serie intercalando arcos cuyo desenlace en unos interesantes continuará conecta con los siguientes arcos, lo cual hace la lectura mes a mes muy fluida, más que si lo lees de golpe perdiendo la emoción de los cliffhangers.


Pero si en algo especialmente llama la atención Blood of Demon es en la dosis de violencia y gore que la inunda lo cual hace que esta serie no sea la típica “de apta para todos los públicos” si tenemos en cuenta lo obsesionados que están los americanos con las calificaciones por edad. En Blood of the Demon, vemos como tanto a Etrigan como a Jason Blood los destripan, los despellejan vivos, les arrancan miembros, etc, etc, todo ello con los consiguientes litros de sangre.
Aunque pese a que al ser dibujos estos nunca tienen la viveza que pueden tener esas escenas en una película de imagen real, debo decir en honor a Byrne que una viñeta en la que se ve la cara que le queda a un tipo después de que Etrigan le arrancase la cara de un bocado me inquieto como pocas veces me había ocurrido ante un tebeo y es que uno creía haberlo visto ya todo. Y es que gráficamente el trabajo de Byrne en Blood of the Demon es aceptable y muy agradable a la vista, mas cercano al Byrne que nos encandiló en sus buenos tiempos en buena parte gracias al entintado de Nekros que siendo fiel a Byrne le da un buen acabado (al contrario de lo que dice Byrne en Action Comics donde según él, el entintado que le hace Nelson no tiene que ver con lo que ha dibujado pese a que a los lectores nos parezca que lo que hace en realidad es mejorar todos los fallos en los que incurre el propio Byrne).

Según parece esta serie seguirá la estela de otras series de Byrne en los últimos años y pese a no ser oficial ya se rumorea su cierre en el número 18. Y es una pena porque pese a no ser de lo mejorcito que se publica en el mercado americano, no deja de ser una serie entretenida a la antigua con la particularidad de la violencia implícita en la misma que no tienen otras series por el estilo. En fin, disfrutémoslo mientras dure.

2 comentarios:

Malakatonche dijo...

Quizá le problema de Byrne sea efectivamente su capacidad como escritor y argumentista, a veces pareciera que tiene unas regresiones bien canijas hasta la época de Fantastic Four.

En cuanto a su arte, éste ha evolucionado notablemente: quizá si dejara a otros escribir por una temporada y se encargara del puro asunto del arte, en una de eesas y repunta. Sería perfecto que hiciera algo con Grant Morrison, el maldito loco se esta luciendo hasta el momento con Seven Soldiers.

Anónimo dijo...

Yo creo que este hombre esta simplemente a ls sombra de su leyenda. Estas comparaciones no son dignas de alguien que ha hecho grandes cosas, y que ha demostrado que aunque a veces sea irregular aun podria hacer algo interesante si: a) no le meten prisa con entregas mensuales, b) hace algo propio y alejado (en principio) de los superheroes.